La vida nos obliga a hacer sacrificios dolorosos que pueden traer consigo sufrimiento, lágrimas y remordimientos. Sin embargo, estos sacrificios pueden impulsarnos a avanzar hacia adelante en busca del secreto y la victoria de la humanidad. Aunque d...
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"Me estaba hundiendo peroloestabahaciendocontigo"
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Los días pasan y solo me quedo mirando el horizonte a través de la única ventana que derrama luz en mi habitación. Las sombras danzan sobre las paredes, tejiendo un tapiz misterioso y algo siniestro. Han transcurrido varios días desde aquel incidente que prefiero no nombrar ni recordar. A pesar de tener mi propia habitación en el cuartel y de recibir cuidados constantes de médicos y enfermeras, el tiempo se arrastra sin mostrar señales de avance.
Pero lo que realmente me carcome es la impaciencia. La información que ansío conocer sigue envuelta en un velo de misterio.
—¿Puedes decirme por favor la razón de tu molestia? —Nanaba preguntó con una voz suave y cálida—. Es la tercera enfermera que renuncia esta semana.
—¿Eso es todo lo que viniste a preguntarme? —respondí con frialdad.
—Sabes que necesito que me mires a los ojos cuando te hablo —dijo ella, su paciencia brillando a través de sus palabras.
Con desdén, levanté la vista hacia ella, encontrándome con una mirada llena de una compasión que me irritaba.
—Comprendo que no estés contenta —continuó con dulzura, sus brazos cruzados en un gesto de reflexión—. Realmente quiero entender lo que sientes.
