3- the

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Se queda pasmado como si no hubiera entendido lo que le había dicho, y Sungchan le hace señas otra vez con su cabeza señalando la puerta.

Shotaro solo suspira y baja de la cama para cumplirle el favor.
Al estar en el piso de abajo, se queda mirando frente a la puerta con un extraño presentimiento, pero la abre tan simplemente y cruza hacia la otra casa.
Se dio cuenta que era casi lo mismo, solo que la decoración de esta era algo más moderna, aún así se sentía algo incómodo y fuera de lugar.

¿Ya estás dentro bonito? — Sungchan dice desde el otro lado de la puerta, que le recuerdan al menor el por qué se encuentra allí.

Rápidamente se acerca a la entrada y le abre al, dándose cuenta, bastante alto chico.

Sungchan lo mira de pies a cabeza para luego morderse el labio, una idea increíble pasa por su cabeza.

—Gracias niño, pasa— Sungchan lo invita adentro, aunque, bueno; ya lo está.

Shotaro solo da unos pasos atrás mientras observa como el otro cierra la puerta detrás de él, siente su mirada sobre el, como nunca nadie lo había mirado.

—¿Te han dicho que eres lindo?— cabe recalcar que la voz de Shotaro no había salido de sus labios hasta el momento, se sintió un poco mal al pensar que le estaba haciendo lo mismo que Donghyuk le había hecho hace algunos años. Pero igual no le importaba mucho, así que sólo asintió, por qué está vez era verdad.

—Pues te lo repito, por qué eres bastánte lindo— Sungchan se acerca a Shotaro con una mirada devoradora y sin permiso levanta un poco su sweeter revelando su abdomen, claro que marcado.

El más bajo se sonroja al instante pero no hace nada, tiene una vergüenza inmensa, ¿qué clase de juego mental era este?
No le disgustaba, pero era una sensación que nunca había sentido antes.

Open the door | SungtaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora