Expandiendo las alas

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Estos hechos se repitieron por varios días consecutivos en los cuales me sentí... como si fueran el primero, solo que cada vez, él llegaba mas lejos, también, el verlo constantemente me hacía entenderlo más, aunque nunca hablábamos, era audaz y persistente y cada vez que parecía que se perdía en el trafico al volar, revelaba dramáticamente que solo tomaba aire para impulsarse y alzar el vuelo masivamente, siempre era inspirador verlo en el aire,  cada día mas alto,  cada vez más determinado, no lo sé, había algo especial en su aleteo, de hecho, me hace preguntarme, porque solo yo admiraba a tal criatura celestial, qué acaso solo yo lo puedo ver?

En fin, el mundo siempre ha estado loco o talvez yo estoy fuera de mis casillas por la prolongada exposición a tales escenas de gran calidad, majestuosas cuando menos, a veces quisiera tener una cámara conmigo en todo momento, pero la escuela es estricta.

"Nada de celulares"

Pero eso no importaba, ya que todo era tan bello para mi, que todas y cada una de esas escenas se quedaban guardadas en mi cabeza y mi imaginación se encargaba de rellenar los momentos en los cuales alguna persona desalmada me distraía y mi memoria ordenaba cada recuerdo, todo estaba perfectamente organizado en mi mente, cual galería digital automatizada. Pero eso no es todo...

Mi fascinación por su existencia llegaba tan lejos que no había día en el cual no lo mirara, incluso desde aun mas lejos, desde mi salón, y por supuesto en el recreo. Mi fascinación por su existencia llegaba tan profundo que fantaseaba con que algún día me volteara a ver y me notara, que bajara y se me acercara deseándome cuando menos las buenas tardes, pero sabia que eso nunca iba a pasar, primero tendría que aprender a volar... Si!!, seguro que así llamaría su atención. 

Pasaban aun mas días y mi desesperación me motivaba a idear miles de planes para hacerlo voltear o en su defecto, aprender a volar. Lamentablemente el no tener plumas me limitaba bastante y finalmente, mi tiempo se acabo, el día ya había llegado, él aprendió a volar, cuando lo vi, él dio un gran salto, saliendo de su zona de confort y voló hasta la azotea de mi salón y por un momento mis ojos se iluminaron llenos de esperanza, corrí brutalmente rápido subiendo escaleras y trepando por la pared ladrillosa apoyando me de cualquier ladrillo sobresaliente o agrietado, me costo mucho, pero valió la pena. porque cuando llegué, lo vi.

De cerca era aun mas bello de lo que imaginaba, era pequeño, pero muy bonito o mejor dicho perfecto, su plumaje era majestuoso y mientras me acercaba con extrema lentitud y con ojos admiración, él volteó hacía mi, la había logrado, llame su atención!!, nos estábamos mirando con mucha atención, yo por asombro, por esos bellos ojos de ángel y él con curiosidad, trate de entablar conversación, pero mi voz simplemente se fue y él respondió a mi finta del habla con una sutil sonrisa, luego se preparó y dio un gran y elegante salto y retomo el vuelo, sabia que no lo volvería a ver en mi vida, corrí y con un gesto de desesperación, salté tras él con la esperanza de seguirle el paso, pero...

No lo logré...

No pude volar...

Y no volví a verlo jamás.

Fin.

Mi Pequeño EmplumadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora