III

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Minho no tenía ataques muy amenudo, pero cada vez que los tenía sus padres no podían calmarlo y era por eso que se les hacia muy fácil darle anestésicos pero ahora no quería tomarlos.

Ahora solo había alguien que podía calmarlo.

¿Diga? — preguntó una vos al otro lado de la línea.

¿Jeongyeon?

Hola Mina, ¿pasa algo? — su voz reflejaba preocupación.

Sí, ¿podrías venir y traer a Felix?

Claro, en cinco minutos estoy ahí.

Gracias.

Mina, la madre de Minho subió las escaleras hacía el cuarto de su hijo, toco la puerta y solo se oían sollozos y gritos. Era mejor esperar a que llegara JeongYeon y su hijo.

EL timbre había sonado, al fin habían llegado.

Mina abrió la puerta y se encontró con JeongYeon cargando a un Felix dormido.

Hola, Jeong. Por favor, pasa.

Gracias, Lix se ha quedado dormido.

No hay problema.

Felix de pronto empezó a despertar y la madre de Minho le comento todo lo sucedido y espero a que pudiera ayudar.

No se preocupe, mamá de Minho — dijo inflando el pecho. — Yo lo ayudare.

Sin mas subió corriendo hacia las escaleras en busca de Minho.

¿Crees que ayude? — pregunto Jeong aun preocupada.

Claro que sí. — la tranquilizo con una sonrisa. — Vamos, te invito una taza de té.

Se levantó y Jeongyeon la siguió hacia la cocina.

[♡]

¿Minho? — pregunto Felix asomando su cabeza por la puerta.

Minho estaba sentado sollozando en la esquina de su cuarto con un teclado domestico entre su regazo. Sus dedos pasaban por las teclas creando un sonido acogedor.

Felix quedo maravillado, no sabia que el pelinegro tenia talento para el piano, pero sabía que Minho no era un simple niño con trastorno autista.

Las teclas ya no sonaron mas y el pelinegro alzo los ojos y se encontró con su manta reconfortante, el sol de sus días grises, su manantial en el desierto, su rayo de luz en la tormenta.

Felix. — susurro sorbiendo sus mocos.

Cualquiera diría que parecía un pordiosero con toda su cara cubierta de lágrimas secas y sus mejillas con rastros de la sustancia pegajosa y viscosa producto de su llanto, y que al limpiarlas solo las embarro mas y ahora estaban secas. Sí, definitivamente parecía un pordiosero pero eso no le importo a Felix porque fue corriendo hacia él.

Gatito, ¿qué te ha pasado? — pregunto cariñosamente acurrucando lo en su regazo. Minho solo negó.

Te gusta tocar el piano. — no era pregunta. Resultaba demasiado obvio por el modo en el que lo tocaba.

Yo... estaba asustado. — admitió. — Pensé que no vendrías. — dijo con hilo de voz.

¿Cómo sabias que vendría? — preguntó confundido pero el solo se encogió de hombros.

El piano.

¿Qué tiene?

Me calma — hizo una pausa y añadió —, como tu sonrisa.

Felix se comportaba como todo un adulto debido a las novelas dramáticas que miraba a escondidas cuando su madre las ponía. Pero al tener 8 años ni impedía el hecho de que ambos se necesitaran mas que el aire para respirar. Ambos se habían hecho dependientes uno del otro.

Esa noche Felix se quedó de pijamada en la casa de la señora Mina, era gracioso ver a un Minho posesivo, cuando su madre le había dicho que el castaño se tenía que ir, él solo le decía que solo lo decía porque se lo quería robar.

Así que por la salud de Minho -y sus berrinches-, Felix se quedó a dormir junto a él para después ser proclamada como su primera noche juntos.

[✿]

Written: 02/07/2022

Next: en algún momento de la semana.

Warm Smile [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora