V

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La noche era cálida, como debería de ser.

Las luces de los faroles alumbrando las calles desérticas en medio de la noche, era un escenario digno de admitir, digno de una pintura en óleo.

El paisaje era perfecto para las dos personas que se encontraban justamente en aquella habitación lúgubre del hotel cinco estrellas, en la ventana no había cortina por lo que fácilmente podía entrar la luz de la luna, testigo de aquellas almas uniéndose como una.

-— Mgh~

Un suave gemido soltó el pelinegro.

Dulce voz de terciopelo, llenando la habitación junto con un exquisito olor a Château Domecq.

Minho movía las caderas al ritmo de las estocadas que daba su acompañante. Ambos deliraban de placer, en cada estocada Minho perdía su uso de razón, podía jurar que veía estrellas y hasta la galaxia.

Felix tomo de las piernas a Minho para después subirlas a sus hombros y tener mejor acceso a su -ya no virgen- entrada.

Manos entrelazadas, frente con frente, demostrándose todo el amor que se tenían con solo ese acto de amor que vulgarmente llamarían sexo.

El castaño bajo su mano hasta el miembro de Minho, en donde lo comenzó a masturbar.

Ambos extasiados y satisfecho, recordarían ese día como muestra de amor puro y leal.

Felix se recostó en el hombro de su amado mientras este daba pequeñas caricias en su cabello castaño.

Te amo, la luna es testigo de este amor eterno que te entrego y prometo mi querido Minho. — dijo Felix mirándolo a los ojos mientras besaba su mano.

Minho solo sonrió y lo beso. Felix estaba por quedarse dormido de no ser porque Minho habló.

Tu sonrisa, — sonrió antes de continúar. —  Tus caricias son para mí una aspiración, te amo Felix.

Lo tomo de las mejillas y le dio un beso, un beso con el que sellaron su amor, amor digno de ángeles plenos.

Fin.

[✿]

©Ohdearjoon

Warm Smile [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora