Minwon One Shots III

Destinado a ser tuyo

Su hermano se ve pensativo, una ligera brisa alborota su cabello. "Ya sabes... Está Mingyu".

Wonwoo ahoga la risa. Sabía que Bohyuk iba a decirlo. "No hay manera en el infierno. Mantén a ese imbécil chupasangre lejos de mí".

Bohyuk pone los ojos en blanco y empuja ligeramente el cuerpo de Wonwoo. "Te estás muriendo si no te has dado cuenta. Piensa que ser quisquilloso es lo último que puedes permitirte en este momento".

"Tengo estandartes incluso a las puertas de la muerte", murmura Wonwoo y escupe una gruesa masa de saliva ensangrentada en el suelo. "Él es el último al que permitiré que me folle".

Autora: fallingyoonjin  #adaptacion

Link: https://archiveofourown.org/works/31112306 

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Wonwoo tiene hambre.

Puede sentirla arremolinándose dentro de él, amenazando con asfixiarlo y blanquear su visión. No ha dejado que las cosas se pongan tan mal desde sus primeros años cuando todavía era estúpido e imprudente, sin darse cuenta de que sus acciones eventualmente conducirían a parejas muertas en su cama, frías y sin energía.

Desde entonces, Wonwoo se ha asegurado de no pasar una semana sin comer, asegurándose de estar lo suficientemente satisfecho como para dejar a sus amantes un poco cansados, algo de lo que es fácil recuperarse. Ahora, sin embargo...

La música golpea en sus oídos, reverberando dentro de su cráneo. Es sensible, su hambre siempre agudiza sus sentidos hasta el punto en que es doloroso, oír y ver y sentir demasiado. Él gime y levanta una mano para frotar sus nudillos contra sus sienes palpitantes.

Ahora se arrepiente mucho de haber asistido a la pequeña fiesta de Seungkwan, incluso si horas antes estaba pasando el mejor momento de su vida, tomándose tragos que sabe que no pueden emborracharlo, peleando contra un hada que probablemente caería muerto si Wonwoo tomara, aunque sea un poco de él. Son criaturas fuertes, las hadas, pero frente a un íncubo están indefensos, su energía se debilita demasiado rápido.

A Wonwoo le gusta divertirse, pero también prefiere a sus compañeros vivitos y coleando, aparte de los que ya están muertos, es decir, como ... se burla y el vaso de plástico en su mano se arruga antes de que afloje su agarre. Como Kim Mingyu, pero Wonwoo no quiere pensar en él. Especialmente no cuando su pecho se siente como si se estuviera derrumbando y sus manos están temblando.

Necesita alimentarse, mierda. Rápidamente trata de recordar la última vez que comió y casi gime de frustración. Jodidamente hace tres semanas, cuando el lindo e inocente barista con ojos dorados escribió su número en el café con leche de Wonwoo. No fue tan inocente cuando folló a Wonwoo sobre el mostrador esa noche, sus garras clavándose en sus muslos y el pelaje erizándose en sus brazos.

Tres semanas. No es de extrañar que se esté muriendo de hambre. Wonwoo tuvo suerte esa noche, al encontrar un hombre lobo para alimentarse. Su resistencia es incluso mejor que la de Wonwoo y él es un demonio sexual. No le gusta llamarse así, pero eso es lo que es. Sin embargo, lo que pasa con los hombres lobo es que te llenarán y ni siquiera te darás cuenta de que ha pasado una semana y necesitas alimentarte de nuevo, incluso si aún no tienes hambre.

A Jihoon le gusta llamar perezosos íncubos porque existe la posibilidad de que se mueran de hambre incluso con el estómago lleno. Wonwoo se da cuenta de que está siendo un perezoso en este momento. No es algo que necesariamente aprecie. Espera que Jihoon no esté cerca en este momento, porque no cree que alguna vez lo deje vivir con esto.