𝑨𝑴𝑶𝑹 𝒀 𝑼𝑵 𝑮𝑨𝑻𝑶

𝐂𝐎𝐌𝐎𝐃𝐈𝐃𝐀

El sol brillaba con fuerza a través de la habitación, despertando a Peter de su sueño. Cuando levantó la cabeza, sintió la rigidez en el cuello debido a su mala posición para dormir. Eso no fue lo único que sintió. Había un gran peso, causando una sensación de cansancio en sus piernas. Peter miró hacia abajo para ver la forma dormida de Felicia tumbada sobre él, con la cabeza apoyada en sus piernas y la mano debajo de su camisa. ¿Cómo llegó esa mano allí? Peter cayó en la cuenta de que había pasado la noche en casa de Felicia, a pesar de que no era de la manera convencional. Realmente debería haberme ido; mi cuello me esta matando. Se quejó internamente. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, Peter se encontró en un acertijo. No quería molestar a Felicia. Se veía tan tranquila mientras dormía. Entonces, Peter decidió que se sentaría allí, esperando pacientemente a que Felicia se despertara.

¿Cómo sucedió esto? El se preguntó. Anoche había sido un tornado. Había cocinado la cena y antes de que te dieras cuenta, Felicia estaba en su regazo y se estaban besando. Detuvo la sesión de besos y terminaron teniendo una conversación sincera sobre sus sentimientos. Una conversación productiva, bromeó para sí mismo mientras miraba a la rubia durmiendo, con la cabeza enterrada en su regazo. Peter miró su forma durmiente y aprovechó la oportunidad para apreciar realmente a Felicia en toda su belleza. Y hermosa era ella. Su cabello rubio era un desastre debido a su posición para dormir, pero Peter no pudo resistir pasar sus dedos por él. El cuidado que sentía por ella corría muy dentro de él. No era que no quisiera a Felicia, simplemente no quería precipitarse en nada. No era justo que Mary-Jane entablara una nueva relación tan pronto después de la conclusión de la anterior. Para agregar a eso, entrar en una nueva relación con una chica que Peter sabía que a MJ no le gustaba. Felicia era el océano en el que se encontró ahogándose una y otra vez. No importa lo que hiciera para tratar de evitar los sentimientos, nada funcionaría. Esta fue una batalla de cabeza contra corazón en su sentido más verdadero. El corazón de Peter gritaba por Felicia y la había anhelado, pero su cabeza le decía que eso no era algo sensato en este momento.Pero a veces estamos destinados a escuchar nuestros corazones y dar ese salto de fe. ¿Fue esta una de esas veces?

Felicia se había despertado hacía un rato, pero simplemente no se había movido. Ella disfrutó el toque de Peter y sus caricias en su cabello. Una acción tan pequeña que la dejó sintiéndose mareada. No había muchos lugares en el mundo en los que preferiría estar que despertarse encima de su amante, aunque no exactamente como quería estar encima de él. Felicia se volvió hacia Peter, sonriendo cuando sus ojos se encontraron.

"Buenos días, Araña". Ella le sonrió.

"Oye, dormilón". Peter continuó acariciando su cabello.

"¿Como estuvo tu sueño?" Felicia sabía que él no podría haber estado cómodo durmiendo sentado toda la noche. Debe haberle dolido el cuello.

"Fue genial, gracias". Peter mintió.

"Eres un mentiroso. Sé que incluso tú, con tus habilidades arácnidas, no podrías haber evitado el cuello rígido de dormir sentado. Felicia se rió.

"No quería molestarte, parecías tan cómodo y pacífico".

"Eso es dulce de tu parte, Peter. Estaba cómoda y en paz. No hay ningún lugar en el que hubiera preferido estar". Felicia sacó la mano de debajo de su camisa y la colocó sobre su hombro para levantarse. Peter sonrió torpemente.

"Felicia, no tengo nada aquí para prepararme".
"Relax. Cuando empezamos a salir como Spidey y Black Cat, compré algunas cosas en caso de que te lastimaras y tuvieras que quedarte". Felicia le dijo a Peter, para su sorpresa. No debería sorprender tanto que un maestro ladrón estuviera tan bien preparado, pero significó mucho para Peter.