Uɴᴀ ᴜ́ʟᴛɪᴍᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ ~ 𝓨𝓾𝓻𝓲 𝓑𝓻𝓲𝓪𝓻 𝔂 𝓽𝓾

≫ ─── ≪•◦🌹ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 21 🌹◦•≫ ─── ≪

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Alguien más en mi lugar hubiera aprovechado hacerlo con ella aunque haya sido la última vez en que lo harían y en la que se verían, pero yo no, yo no me creí capaz de hacerlo porque no soporto la idea de no verla nunca más, por lo que en cuento me negué ella sólo tomó sus cosas y salió de la habitación dejándome solo, me quedé un rato en el sofá aguantando las ganas de lanzarme a llorar como un bebé, nacesitaba a mi madre para que me diera un consejo de lo que me estaba pasando o a mi hermana, ella también es buena dando consejos, pero en esta ocasión realmente necesito a mi madre

Necesito desahogarme y llorar como si no hubiera un mañana, pero creo que haré como siempre, aguantarme y volver a casa con Yor, a menos de que ella siga en mi casa. Salí de la habitación y baje por el elevador manteniendo en todo momento mi cabeza agachada, ni siquiera me di cuenta de quién había subido al elevador conmigo, pero ese perfume vaya que lo reconocía, quizás y sea otra persona con el mismo perfume y yo pensando en que posiblemente es Jeanette, además, ¿Que estaría haciendo Jeanette en un hotel sola?, Podría ser que haya venido a visitar a alguien o que estuviera de puta

Este último pensamiento siento que si podría ser el verdadero porque dudo que venga a visitar a alguien aquí, por andar de puta ya ni sabe de quién es el hijo que lleva dentro y anda inventando que yo soy el padre cuando ni siquiera me he acostado con ella, ¿Cómo es posible que se haya atrevido a decirle a mi esposa que está embarazada de mí?, ¡¿Cómo demonios se atreve a arruinar mi matrimonio así?!, ¡¿Quien demonios se ha creído que es para hacerlo?!, Sinceramente no voy a tolerar que siga arruinando mi vida de este modo, Jeanette me las vas a pagar muy caro maldita vieja calenturienta

—¡Yuri!, ¿Que haces por aquí? —si, definitivamente era ella

—Oh, Jeanette, yo te hago la misma pregunta, ¿No se supone que deberías de estar en tu casa?, Mañana tienes trabajo y ya es tarde como para que estés aquí, ¿O es que vines a ver a alguien?

—Sí, vine a ver a mis abuelos que están un poco enfermos

—Oh, pero me dijiste que tus abuelos habían muerto

—Ah... —se puso nerviosa —Sí, pero lo que pasa es que ellos no son mis abuelos realmente, pero yo los considero mis abuelos y cuido de ellos desde que se quedaron solos

—Hmm, ¿Sabes?, Un pajarito por ahí me contó que trabajabas como teibolera, ¿Cuánto cobras la hora?

—¿Qué?, ¡¿Cómo demonios se te ocurre que yo trabajé como una teibolera?!, Sería incapaz de hacerlo

—Sólo digo lo que me dijeron, y pensé en que si ya no tengo a mi esposa, tú podrías ayudarme, ya sabes, a bajar la calentura

Jeanette me miró incrédula y yo sólo la miré con una sonrisa ladina, pareció pensarlo un poco hasta que sólo rió diciéndome que por ser yo me daría todo gratis y que fuera a su casa en la noche, no importaba que día que siempre estaría dispuesta para mí, se lo agradecí y salí del elevador cuando llegó al último piso, ni en mi otra vida podría acostarme con ella, esto es como una pequeña ayuda que me servirá para que mi esposa pueda volver conmigo, pienso hacer que Jeanette diga la verdad cuando estemos a punto de hacerlo y que mi esposa escuché como Jeanette le había mentido todo para quedarse conmigo y arruinar mi matrimonio

Quizás no sea la idea más brillante del mundo pero me he quedado sin ideas y la verdad ya no sé que hacer para que mi esposa me crea, si tengo que llegar a estos extremos entonces lo haré hasta que por fin pueda obtener el perdón de mi esposa y pueda volver con ella, si Jeanette se rehusa a hablar lo hará siendo obliga de distinta forma y de que me dirá todo lo hará sino yo mismo me encargo de que hable amenazándola con matarla todo para que habrá su bocota.