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Jo aparco su camioneta en la dirección que Hill le había dado por mensaje siguiendo el GPS de su celular, salió de su auto no sin antes haber tomado su maletín médico y colocar la alarma de seguridad.

Una vez fuera estaba por dirigirse hasta el interior de aquella base, cuando su celular vibró en el bolsillo de su saco anunciando una llamada.

— Cavanagh — respondió al atender.

— ¿Ya llegaste? — le pregunto Maria del otro lado de la línea.

Jo cambió el peso a su pierna izquierda antes de recargarse en su camioneta. — Voy llegando, ¿tú, donde estás? Porque si estuvieras aquí me estarías esperando afuera.

Jo pudo sentir a Hill rodar los ojos del otro lado de la línea. — Vine a buscar a alguien, luego los llevaré allá, creo necesitaremos vendas.

Jo colgó la llamada tras despedirse de Hill tras hablar un poco más, entrando al lugar siendo recibida por el Doctor Fine que la saludó y le dio los por menores del avance durante la noche del paciente. Se dirigió hasta él área donde este descansaba encontrándose a otra persona más que le estaba haciendo compañía.

— ¿Como ha estado nuestro paciente el día de hoy? — preguntó Jo dejando su maletín cerca de la cama de Nick.

Nick Fury estaba con vida, escondido en una instalación segura y siendo visitado por Jo que era su doctora privada junto al Doctor Fine.

— No ha querido comer, le dije que sino comía ibas a obligarlo, pasó bien la noche y ha estado mejorando al menos ya no tiene jaquecas — informó Mallory leyendo los por menores en su libreta.

Jo deposito un beso en la cabeza de Mallory saludándola, al mismo tiempo que le entregaba una gelatina que le pidió por mensaje.

— La comida sabe a comida de hospital — se quejó Fury.

— ¿Dónde crees que estamos, Nick? No es un hotel de cinco estrellas y créeme he estado en lugares peores — Jo hacia su chequeo habitual apuntando algunos datos en el expediente.

— Y si mejor recibo un abrazo de mis dos chicas favoritas — pidió Nick.

Jo rodó los ojos ante la petición delatando una sonrisa en su rostro, Mallory dejó su gelatina y se acercó a Nick para abrazarlo al igual que Jo, ambas teniendo el cuidado de no lastimarlo. Para Jo, Nick era una figura paterna, mientras que para Mallory era su abuelo.

La mujer Cavanagh escuchó un par de pasos hasta que alguien movió la cortina revelando a Maria Hill acompañada de tres personas detrás suyo junto al Doctor Fine que atendía a Fury cuando ella no estaba.

Cavanagh se alejó con cuidado, mientras Mallory seguía en su posición importándole poco los recién llegados. Nick levantó la cabeza mirando a los recién llegados.

— Al fin se dignan a venir.

Mallory se rio alejándose del hombre.

— Por lo menos su sentido del humor no ha sido afectado, anótelo doctora — comunicó Mallory.

— Yo curó eso — señaló Jo la herida que estaba en el hombro de Natasha.

Sacó un par de vendajes de su estuche para limpiar y curar la herida del hombro de Natasha. La sentó en una silla para poder ver mejor la herida, colocó un poco de alcohol en un algodón y la pasó un par de veces por la herida de Natasha quien evitaba sacar un quejido por el químico médico.

— Laceración en la columna vertebral, fractura de esternón, clavícula destrozada, hígado perforado y una horrible jaqueca — enumeró Fury cada una de sus heridas.

— No olvide el daño en el pulmón — recordó el Doctor Fine quien le pasaba más gasas a Jo.

— Pero su sentido del humor sigue intacto, y sus ganas de jugar uno, pero sigo creyendo qué haces trampa — recordó Mallory mientras revolvía las cartas entre sus manos.

— No hay que olvidarlos, fuera de eso estoy bien — murmuro Fury tras señalar a ambas personas.

Natasha se movió un poco logrando que Jo casi la lastimara tuvo que morderse la lengua para no regañarla. — Pero los vi operarte, tu corazón se detuvo, la doctora nos lo informó.

Una sonrisa apareció en el rostro de la mencionada al saber que el plan de Nick y Maria resultó convincente después de todo.

— Tetrodotoxina B — informó Fury recordando el medicamento. — Reduce el pulso a un latido por minuto. Banner lo desarrolló para el estrés, no le fue de gran ayuda pero le encontramos otro uso.

— ¿Y porqué tantos secretos? — preguntó Steve Roger por primera vez desde que llegaron. — ¿Porque no nos dijiste?

La voz del capitán hizo saltar los vellos en el cuerpo de Jo, una reacción que no había tenido en años e intentó disimularla lo mejor que pudo.

— Todo intentó de asesinarlo debía parecer exitoso — respondió Maria Hill en lugar de Nick.

— Si ya estás muerto, ya no pueden matarte. Eso y no sabía en quien confiar.

Jo quería evitar reírse pudo intentar disimularlo lo mejor que pudo, si ella se pusiera a contar las múltiples veces que intentaron matarla bueno, tendría un banco completo repleto de monedas.

— Auch, eso dolió — Mallory se llevó la mano al pecho fingiendo estar lastimada.

Jo sentía la mirada de alguien sobre ella, supuso de quien se trataba había mirado de reojo descubriendo cómo el capitán America no despegaba la vista de sus movimientos mientras intentaba curar el hombro de Natasha.

— Capitán, si tiene alguna herida puede tomar asiento en una silla y enseguida lo atenderé, sino es así le pediré amablemente que deje de mirarme, mi trabajo es perfecto y no dejo cicatrices — la voz de Jo hizo que Steve siguiera mirándola. — Y tampoco pienso lastimar a la agente Romanoff si eso está pensando, solo soy una doctora.

Ambos chocaron miradas, azul contra avellana. Intentaron mantenerse la mirada durante un rato hasta que finalmente fue Steve quien desvió la mirada, una sonrisa apareció en los labios de Cavanagh.

— Creo que nadie ha hecho formalmente las presentaciones — informó Mallory queriendo romper el momento incómodo que se formó. — Mallory, Mallory Cavanagh.

La menor se presentó recibiendo un saludo de Sam, mientras que Steve seguía de brazos cruzados mirando los movimientos de la Doctora Cavanagh.

— Ella es la doctora Josette Cavanagh, me parece que la conocieron, ella es mi hija adoptiva — la presento Fury. — Y ella es su hija, mi nieta, Mallory.

— ¡¿Tienes una hija?! — exclamaron Steve y Natasha en un grito.

— Adoptiva — murmuró Jo terminando de guardar sus cosas. —Una larga historia que en otra ocasión con gusto se las contaremos, Mallory acompáñame, necesito darte unas indicaciones, además creo que ellos tienen cosas de que hablar.

Ambas mujeres Cavanagh salieron, Jo sintió como la mirada del Capitán America estuvo puesta en ella hasta que salió de la habitación, no lo culpaba si fuera él también desconfiaría de ella.

YUANFEN; Steve Rogers/ Stephen Strange Donde viven las historias. Descúbrelo ahora