Juvell pasaba el peine por el cabello de Leila, desarmando los nudos en el proceso, ambas estaban en silencio, Leila disfrutaba los momentos de silencio, se sentía cómoda. No le gustaba los lugares con mucho ruido, prefiere estar sola y leer un libro en la biblioteca a estar en un banquete. Por supuesto si era necesario asistir, lo haría, el honor de la familia era mucho más importante que estar encerrada en una habitación.
—Señorita ¿Cómo le fue con la princesa? —Entró Andrea, su criada desde pequeña.
—Estuvo bien. La princesa está dispuesta a ayudarme.
—¿Encontró al mago?
—Sí, lo hice. —Murmuró sonrojada.
—Me alegro que la señorita haya pasado un buen rato—Habló Juvell, quien estuvo en silencio todo este tiempo. —Señorita, si no necesita nada más, la dejaremos descansar.
—Está bien, no necesito nada más, gracias por su ayuda.
—Es un honor. — Ambas reverenciaron y se retiraron de la habitación.
—Realmente estoy agotada—Leila caminó hasta su cama y se acostó en ella, abrazando su almohada— Espero verlo pronto— Cerró sus ojos, pensando en el chico de ojos rubí, que fue capaz de robar su corazón con tan solo una mirada.
—¡Leila, mi linda sobrina!
—Tia Celine, que bueno verla.
—Tengo muchas cosas que contarte. Además creo que tú tienes algo que contarme. —Leila sonrió, su tia la conocía tan bien que no le sorprendía que ella supiera todo lo que le sucedía.
—Así es. Ven a mi biblioteca, pediré que traigan un poco de té.
Una vez ambas estaban en la biblioteca, unas criadas llegaron con un poco de té y unos bocadillos. Cuando las criadas se retiraron Celine decidió hablar.
—No pude esperar más cuando me entere de la noticia.
—Me alegra verla feliz.
—¡Por supuesto! Has seguido todos mis consejos.
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Lovely Lady
Historical FictionLeila la Pertini fue educada para ser la hija perfecta. Un día un mago rebelde se mete en su vida y la deja hecha un caos. ➳ prohibido copias/ adaptaciones. ➳ créditos al autor original de princesa encantadora.