Favorite Crime.

Traje mi guitarra

Por el decimo cumpleaños de Henry Emma, Regina, David y Snow habían salido a acampar a las afueras del pueblo, en un terreno boscoso.

—Esto de estar en la naturaleza me trae recuerdos.- Dijo Snow acercándose al fuego de la fogata.

Regina por su parte no dijo nada

—Vivir tanto tiempo en el bosque forjó mi carácter.- Henry escuchaba atento —Y me hizo buena en temas de supervivencia

Emma también compartía un poco de experiencia al aire libre

—En cuanto a mi debo admitir que también pasé algunas expediciones con tu abuela. Lo cual no me deja atrás.- Mencionó David

—Yo no soy fanática de estos campamentos, pero hago el intento.- Soltó una sonrisa Regina. Tratando de encajar aunque no estaba en su elemento

—Yo pase unas noches acampando con una familia de acogida...Es lindo volver a hacerlo con ustedes. 

Henry tenia una bolsa de malvaviscos; alegre colocó unos cuántos en una rama

—Me gusta estar aquí todos juntos.- David le ayudó a hacer una galleta de malvaviscos con un poco de chocolate. Emma compartió un poco de su nutella con Regina

—No puedo creer que no sepas lo que es un sándwich de nutella, dijo la rubia al momento de hacer un par.

—Sólo es chocolate. No creo que sea la gran cosa.

—Con avellanas.- Agregó Emma defendiendo su creación. —Anda, dale un mordisco. Sostuvo uno de los sándwiches frente a ella, acercándolo a la boca de la alcaldesa.

—Vamos mamá, tu puedes. -Agregó Henry animándola

Regina no era fan de las cosas dulces, prefiera mas los sabores picantes. Así que esta experiencia tan simple era nueva para ella.

Se acercó un poco dudosa y al fin dio un mordisco pequeño.

—Es bueno.- Se quedó mirando los ojos de Emma y dio una sonrisa. Regina tenia un poco de chocolate en la comisura de los labios a Emma le pareció adorable

—Comes como un crio.- Le quitó el exceso de chocolate con los dedos

Henry sonrió mirando la escena desde la esquina del tronco en el que se encontraba sentado. Snow y David se encontraban un poco mas alejados, mirando las estrellas.

—¡Traje mi guitarra! ...¡Cantaremos algo divertido! . -Exclamó David

A Emma le agradaba pasar tiempo en familia, se sentía; cómoda, alegre y aceptada. Ciertamente disfrutaba de tener una familia grande y de recuperar el tiempo perdido

Hombro con hombro Regina y Emma disfrutaban de una melodía improvisada por David

"Hoy es tu cumpleaños.

Eres el rey de la noche

Y todos nos alegramos

De estar a tu lado hoy

Pequeño campeón"

A Henry le pareció divertido y pronto recibió el obsequio de Regina. La alcaldesa fue a la cajuela de la camioneta de David y debajo de varias lonas estaba una bicicleta sin envolver

—No sabia como ocultar esto. Así, que no lo hice. -La bicicleta azul con negro se veía hermosa. Henry se acercó emocionado

—Y yo decidí optar por tu seguridad. -Dijo Emma uniéndose a la conversación. Dio a Henry un equipo de protección con casco y rodilleras que sacó del escarabajo. Sus regalos estaban coordinados, lo cual, hizo sonreír a Regina

—Gracias mamás. Dijo Henry agradecido y corrió a abrazarlas. Emma le acarició el cabello y Regina tuvo un momento de paz en el que cerró los ojos unos segundos. Snow observaba orgullosa que al fin Emma y Regina se llevaran bien

—Tomemos un poco de chocolate antes de que se enfrié. -Sugirió Blanca

Brindaron con un par de tazas y luego, después de apagar el fuego cada quien fue a dormir. Ya en la tienda de dormir Regina conjuro un par de búhos para así, poder observarlos con Henry. Emma llevaba binoculares, aunque no lo habían planeado hacían un buen equipo.

—Búhos...salgamos a verlos.- Salió el chico corriendo con los binoculares en manos.

Regina iba a salir primero de la tienda pero a Emma se le atoró su pie en la bolsa de dormir, estaba a punto de caer de espaldas, cuando Regina se detuvo a atraparla.

—Ten mas cuidado Emm...

Emma se sintió aliviada, esto parecía una escena de película

Regina recorrió los dedos rozando su columna y Emma se retorció.

—Creo que ya puedes soltarme.- Dijo después del escalofrío que sintió

—Un simple "gracias" era buena idea .- Soltó la morena un poco molesta.

No le agradaba la actitud de Emma ante su toque.

—Lo siento no estoy acostumbrada al contacto.- Se disculpó la rubia, esta vez poniéndose de pie y agradeció con un beso en el cachete a la morena.
Regina sonrió después de aquel beso.

—Emma. Estaba pensando que tal vez debería repetirse eso de molestar a Tamara. Tengo unas ideas brillantes para divertirnos un poco con su sufrimiento

 
—Archie no sabe lo de los huevos y no se lo diré pensará que es un retroceso. -Explicó Emma

 
—Vamos será divertido. Podemos arruinar su shampoo o hacer que la persigan los perros cuando salga a correr. –

Regina era buena para molestar, pero ciertamente lo hacía para pasar más tiempo con su rubia favorita. La apreciaba mucho y comenzaba a sentir cosas por ella, pero no quería comportarse de una forma rara con ella. Después de todo fue muy difícil llevarse bien al principio de su relación.

 
—Mientras Archie no se entere. Me parece bien,  pero que sean cosas sutiles.

—De acuerdo. Dijo Regina. —Seré muy sutil. – Chocaron sus manos.