El ambiente comenzaba a tornarse tenso, estábamos cenando en un restaurante con una hermosa vista de toda la ciudad, el mesero estaba siendo amable, en especial conmigo cosa que parecía molestarle a Ashton, podía notarlo por como se tensaba y en la mirada que le lanzaba cada vez que esté se acercaba a la mesa.
— ¿Desean ordenar algo más? — inquirió el mesero lanzándome una mirada.
— Así estamos bien, gracias — respondí amablemente.
En cuanto el mesero desapareció dirigí la mirada a mi plato.
— No me gusta el exceso de amabilidad y mucho menos como te está mirando el mesero — informó Ashton.
— ¿Eh? — arquee una ceja— el solo está siendo amable, es parte de su trabajo.
— Su trabajo es ser amable con todos y no verte de la forma en la que lo está haciendo.
— Estás exagerando.
— ¿Exagero al enojarme por qué un idiota no deja de ver a mi novia como si se la quisiera follar?
— Ashton...
— Vámonos — me interrumpió sacando la billetera del bolsillo de su pantalón.
— ¿Qué? — inquiri, perpleja — ni siquiera hemos comido.
— Vámonos — repitió, molesto.
Ashton se levantó de la silla y dejo sobre la mesa un billete que cubría lo de la cuenta, no muy convencida me levanté también, el me tomo de la mano y comenzó a caminar rápido hasta el automóvil. El camino a la casa fue incómodo, Ashton no pronunció ni una sola palabra, conducía con la mirada fija en el camino sin siquiera dedicarme una mirada, aún así sabía que el estaba realmente furioso.
Al llegar y entrar al cuarto decidí romper con el silencio y hablar.
— ¿Por qué estás tan enojado? — cuestioné lanzando mi bolsa a la cama — Yo no hice nada ¿Sabés?
El no respondió, contrario a eso se acercó a mi sin dejar de verme, era una mirada intensa, seguía enojado, di un paso hacia atrás chocando con la pared, en un rápido movimiento el se acercó y me acorraló contra la pared, solté un respingo en el momento que puso una de sus manos en mi trasero antes de pegar sus labios a los míos con desesperación, por un momento me quedé inmóvil pero enseguida respondí a su beso.
La mano que estaba sobre mi trasero hizo presión pegándome más hacia su fisionomía, separo sus labios de los míos para tomar un poco de aire, intenté decir algo pero antes de que pudiera hacerlo el ya me estaba besando de nuevo, no era un beso dulce, mucho menos romántico, era un beso lleno de deseó y posesión, su lengua jugueteaba con la mía, sus mano acariciaba mi trasero de manera perversa.
Solté un jadeo en el momento que su mano se empezó a colar por debajo de mi vestido acariciando con desesperación mi muslo hasta llegar a mi entrepierna, hizo aún lado mi ropa interior para poder tocar mi centro.
— Estás tan mojada — pronunció con voz ronca, esa voz que tanto me gustaba.
Un sonoro gemido salió de mis labios cuando me introdujo dos dedos, acercó su rostro a mi cuello y comenzó a dejar un camino de besos en el, sus dedos se comenzaron a mover cada vez más rápido, de mis labios no dejaban de salir jadeos, mis piernas comenzaron a temblar por el placer que me estaba causando, me sentía cerca del clímax, Ashton debió adivinarlo porque sin más saco sus dedos de mi interior y se los llevo a la boca para lamerlos con una sonrisa victoriosa.
— Ash... — murmuré, jadeante.
— ¿Quieres más?
Asentí varias veces con la cabeza, lo deseaba.
— Dilo — exigió— ¿Qué quieres?
— A ti
Me tomo por las piernas levantandome del suelo y dio unos pasos hacia la cama donde me dejó caer, alzó mi vestido y bajo mi ropa interior aventandola al suelo, mantuve la mirada fija en el observando como se quitaba el pantalón y después el boxer.
— Abre las piernas — exigió.
No proteste y lo obedecí, se posicionó entre mis piernas rozando su miembro con mi centro, solté un grito al sentirlo dentro de mi de una sola embestida, no me dio tiempo para procesarlo porque empezó a embestir con fuerza, como si estuviera desquitando su furia y a decir verdad, lo estaba disfrutando.
— Así te gusta, ¿Verdad?
Quería decirle que si pero era incapaz de formular cualquier palabra, estaba ahogada en placer.
Me tomo de la cadera con sus manos e intensifico los movimientos haciéndolos más rápidos y más profundos. Lo único que salía por mi boca eran gemidos desesperados, quitó una de sus manos y la llevo a mi clítoris el cual comenzó a estimular, el sudor bajaba por su frente mientras hacia las embestidas más rápidas, mis ojos se cerraban por el placer, sentí como mis paredes comenzaban a contraerse, nuestras respiraciones se aceleraron y los movimientos se hicieron más torpes, mi espalda se arqueo y un gemido más fuerte que los anteriores escapo de mis labios al llegar al clímax y sentir su líquido llenando mi interior.
Antes de salir de mi acercó su rostro al mío y dejo un tierno beso en mis labios.
— Eso es para que no olvides que eres mía, ¿Entiendes? — susurro en mi oído.
Asentí varias veces con la cabeza aún tratando de regular mi respiración, las piernas me seguían temblando, era incapaz de ponerme de pié en ese momento, me dolía el cuerpo y estaba segura que al siguiente día el dolor sería aún peor.
—————————
—————————
Nota: No soy la mejor escritora pero hice el intento de escribir algo +18, jaja, así que si se encuentra con faltas de ortografía o redacción les pido perdón.
Y nada, espero que no me funen por escribir esto y si lo hacen espero que me defiendan la cola.
Gracias por leer ❤️