El un Gryffindor inseguro de si mismo y con un secreto muy oscuro, pero con los MEJORES amigos que pueda tener. Ella una Ravenclaw alegre y callada pero con un gran corazon. ¿Podrán hallar la manera de estar juntos sin que los problemas los sigan a...
Estaba muy emocionada por iniciar Hogwarts, ya quería ver el lugar en donde mis padres se conocieron y en donde se enamoraron, pero bueno no me desvió mas del tema, que en una hora tenemos que estar en la estación de trenes para que pueda ir a Hogwarts.
-señorita Amelia, su madre me pidió que le digiera que el desayuno ya esta listo-Dijo Dixty, nuestra elfina. Ella es muy linda y amable con nosotros al igual que nosotros con ella.
-Claro, gracias. Dile que en un momento bajo-le respondí mientras revisaba por enésima ves mi baúl para asesorarme de que no se me olvidaba nada.
Después de dejar mi baúl al final de las escalera y de que todos desayunáramos, nos dirigimos a la estación 9¾ por el medio de los polvos Flu.
Una ves que llegamos a la estación mis padres me dieron una caja que hasta ahora no había notado que traían consigo, aun que viéndola mas detalladamente...se ¿mueve?.
-¿Qué es esto?-pregunte un tanto extrañada por el repentino regalo.
-Es para ti. Es una tradición en la familia Smith otorgarle a cada nueva generación un guardián-Dijo mi madre muy emocionada.
-¿Un guardián?-pregunte extrañada. ¿Que clase de guardián seria?, ¿Sera como en la bella durmiente y me dará un hada madrina?.
-Si, un guardián. Este pequeñín te eligió a ti el día que naciste-dijo mi madre abriendo la caja que yo tenia en manos-Nos asustamos mucho la primera ves que lo vimos.
Mi madre saco de la caja un ave muy extra pero muy hermosa, parecía que la mitad de su cuerpo era de un fuego escarlata mientras la otra mitad era de un fuego azul marino. Era parecido a un fenix...
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-Recuerdo a esta magnifica ave, nos preocupo que te llegara a hacer daño, pero no, el se postro en tu cuna y no se apartó de ahí hasta que te quedaste dormida- Dijo mi padre con algo de gracia y admiración hacia el ave.
-Es...maravillosa-dije acariciando sus plumas-pero...¿Qué pasara con mi lechuza?.-No quería que Aurora se quedara sola.
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-Oh, pues no veo el problema que tengas tu lechuza y un compañero de vida- dijo mi madre despreocupada.
En ese momento se escucho como daban el ultimo llamado al tren, y un niño con lentes redondos y el cabello algo desordenado se despedía de su familia, ya que estaban a la par de nosotros.
-Es momento de irme-les dije emocionada por abordar el tren en iniciar una nueva aventura... pero no quería dejar a mis padres.
-Adiós mi niña cuídate mucho y recuerda que no importa en que casa quedes, nosotros siempre estaremos orgullosos de ti- Dijo mi madre mientras me abrazaba y besaba todo el rostro.
-Divierte te mucho hija, pero no demasiado, y mantente alejada de los muchachos hasta los 40- dijo mi padre mientras me abrazaba y yo reía.
-Si, si, lo que digas papá. Bueno ya me voy, los quiero mucho.... ADIOS!!-Dije ya subida al tren, mientras el tren empezaba a avanzar.
Ya dentro del tren me dedique a buscar un compartimiento vació o por lo menos uno no tan lleno, donde pudiera sentarme. Hasta que encontré uno en donde estaba una niña pelirroja y un niño pálido, con pelo hasta los hombros y algo grasiento.
-Hola, ¿me puedo sentar con ustedes?, es que el tren esta lleno-les pregunte a lo que la niña me asintió con la cabeza, mientras el otro niño solo me veía expectante.
-Soy Lily Evans y el es mi amigo Severus Snape- dijo la niña pelirroja una ves yo me acomode a su lado.
-Yo soy Amelia Smith, y díganme en que casa les gustaría quedar- les pregunte luego de quedarnos en un incomodo silencio.
-Yo no se mucho de las casas por que soy hija de muggles, pero por lo que leí Ravenclaw muy buena- me respondió Lily no muy segura.
-Pues yo quiero quedar en Slytherin, la mejor casa de todas- dijo Severus muy seguro de si mismo- Y tu ¿en donde quieres estar?.
-Pues no estoy muy segura, por que mis padres son Slytherins, pero mi abuelo es un Ravenclow así que-solo alze los hombros dejando la respuesta en duda.
-¿No quieres estar en Slytherin como tus padres?- me pregunto muy extrañado Severus.
-Claro que si pero siempre existe una posibilidad de que quede en otra casa-le respondí sin importancia- ¿Quieren una rana de chocolate?.
Después de un rato alguien abrió la puerta del compartimiento y el mismo niño de los lentes redondos y cabello desordenado estaba parado en la puerta junto a otro niño con el cabello hasta los hombros y con los ojos grisáceos.
-Hola, podemos sentarnos, ¿si?, gracias- dijo el de lentes y sin esperar respuesta alguna se sentaron junto a Severus.
No se por que pero presiento que esto se va a poner muy feo...
