Mafia y amor ¿Una buena combinación? (Maya y Carina)

Capítulo 8

Pov Maya

Todo había estado perfecto durante nuestra estadía en aquella cabaña, luego de la resaca que tuvo Carina tuvimos un grandioso día. Ella guardo el arma pero me dejaba intranquila tenerla en casa, pude escucharla discutir en italiano y en ese momento me generó curiosidad aprender sobre ese idioma.

Antes que nada había planeado ir al psicólogo se que cuento con varios problemas pero no es nada fácil lidiar con ellos o hablar con un desconocido, por lo cual pedí cita hace 15 días pero cuando iba llegando al consultorio decido aplazarla, paso de nuevo está semana pero estaba decidida a ir el martes a hablar con esa doctora.

Por otro lado, recordé que tenía un amigo en el FBI que me podía ayudar con el caso que tenía entre manos, para mí la única solución era matar a su familia pero tenía que hacerlo de forma legal por lo cual con la ayuda de mi amigo podré llevar a cabo mi plan.

En este momento estabamos disfrutando de nuestro último día en la playa, veía como Carina tomaba el sol mientras yo nadaba un poco en el mar. Solamente podía notar su piel bronceada y como disfrutaba del sol, a pesar que aún no somos nada serio porque no me atrevo a decirle que sea mi novia o algo así.

Luego de salir del mar veo como baja sus gafas de sol para verme fijamente con aquella sonrisa pícara que la caracteriza siempre. Me acerco a ella para invitarla a entrar al mar un rato conmigo "Vamos bella, entra al mar conmigo vamos a disfrutar de este último día juntas"

"Ni loca voy a entrar a este mar donde no podemos ver si hay peces o bichos que nos puedan pica" niega colocándose se nuevo sus gafas para acostarse, suelto una leve risa acostandome a su lado para luego envolver mis brazos en su cintura

"Vamos Carina, prometo que si no nos vamos al fondo no vamos a ver peces o te va a picar algo" intento convencerla haciendo un leve puchero pero ella niega tapando mis ojos con su mano

"No me vas a convencer bambina" deja un beso en mis labios y cuando quita la mano la tomo en brazos por sorpresa mientras ella grita de sorpresa corriendo hacia el mar. Cuando llegamos la tiró al agua riendo para cuando sale a flote me empieza a echar agua y empezamos un juego con el agua divertido.

Este fin de semana fue maravilloso, no quería volver a la realidad pero lamentablemente ambas teníamos trabajos y no podíamos dejarlos abandonados. Luego de una sesión de sexo maravillosa, alistamos las maletas y comimos unas hamburguesas en un restaurante por la carretera.

"Sabes bambina estuve pensando en que podemos salir el otro fin de semana a un auto cine, escuché de uno que queda cercano a la ciudad" luego de darle una mordida a mi hamburguesa y saborearla asentía a todo lo que ella me decía emocionada por verla nuevamente

"Puede ser luego de mis pruebas de campo, el sábado tengo que ir a hacer unas pruebas con el equipo pero luego podemos salir" asiento para luego salir del lugar conduciendo de nuevo a la realidad que nos esperaba.

El día martes llegó pero cuando estaba fuera del consultorio no me atrevía a entrar por lo cual llame a su secretaria pero me contestó la terapeuta algo sería "Si no vas a salir de tu auto y entrar no te atrevas a reprogramar" pase saliva nerviosa para luego colgar y tener la valentía de entrar.

Cuando me senté frente a ella no parecía tan vieja, tenía mi misma edad y sin decir una palabra desde que entre empezó a tomar notas, me aclaro la garganta para luego sentarme en el sofá.

"Buenas tardes doctora Robinson" algo incómoda cruzo la pierna moviendo mis dedos nerviosa, llevaba mi uniforme de entrenamiento aún dado que no me quedo tiempo de cambiarme.

"Pensé que nunca entrarias, ya llevas dos semanas en tu auto sin entrar. Ahora Maya Bishop, quiero establecer unas reglas, la primera debes ser sincera si me mientes lo voy a saber y se acaban las sesiones. La segunda es que todo lo que se hable acá se queda en secreto profesional y no me gustan los rodeos siempre iremos directo al punto" asiento como una niña pequeña para luego morder mi labio inferior, ella seguía callada sin hacer preguntas