Género

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Luego de un arduo día de trabajo, un joven adulto se dirigía hacia su casa para poder cenar con su numerosa familia.

Podría decirse que su familia es una increíblemente numerosa, y no solamente por la cantidad de niños que hay si no por el número de mujeres.

Uesugi Fuutarou era un hombre que poseía una relación amorosa con cinco hermanas quintillizas, con las cuales había formado una numerosa familia por ciertos actos indecentes que hicieron de jóvenes.

El siempre llegaba feliz a su hogar, por el simple hecho de ver a las mujeres que tanto ama, así mismo a sus hijas Rena, Kaede, Yuki, Mai y Hiroko.

Pará cualquiera esto sería un problema, pero para el era algo magnífico.

Sus mujeres se dedicaban en su día a día a trabajar y ayudar en el hogar; Ichika era una actriz bastante reconocida a nivel mundial y por eso no se le veía mucho en casa, mientras Miku y Nino atendían un restaurante que estaba cerca de su casa, Yotsuba era ama de casa e Itsuki maestra de secundaria.

Y Fuutarou se había convertido en un empresario bastante exitoso. Sus vidas no podían ser más perfectas.

— Estoy en..... — Al abrir la puerta, Fuutarou se horrorizo al ver la escena enfrente de él — C-Casa... —

En la sala se encontraba el cadáver de Yotsuba y Hiroko, ambas estaban totalmente ensangrentadas y llenas de apuñaladas.

Fuutarou escucho un grito proveniente de Miku, y lleno de pánico intento llegar al lugar de donde provenía. Pero en el camino se encontró con los cadáveres de Itsuki y Rena. La primera tenía una arma extraña atravesando su garganta, y la pequeña había sido decapitada.

Más adelante los cadáveres de Nino y Mai, ambas tenían un agujero gigante en la cabeza.

Y por último estaban Ichika y Kaede en la entrada de la habitacion de la que provenían los gritos, al parecer a ellas dos fueron las que más sufrieron pues sus extremidades habían sido cortadas.

Con miedo al ver lo que podría estar adentro, tomó la perilla y abrió la puerta para encontrarse con el cadáver de Yuki, estaba colgada en la pared.

Mas adelante, una figura adulta de cabello rojizo estaba aplastando el cráneo de una inerte Miku.

—.... —
La mirada penetrante de la mujer perseguía a Fuutarou.

— ¿Q-Quién.... Eres? —
Fuutarou pregunto, mientras temblaba por lo aterrado que estaba.

En cambio, la mujer no se inmutó y simplemente parecía juzgarlo con la mirada, como si se tratase de algún crimen que el hubiese cometido. Pero su mirada no expresaba nada.

Luego de unos segundos, aquella mujer se movió, y se empezó ha acercar lentamente hacia el.

— Soy la que te juzgará por tus pecados —

(...)

— ¡Taro-kun despierta! — Itsuki empezó a moverlo — Dentro de dos horas debemos ir al hospital —

— ¡POR FAVOR LLAMEN A LA POLICÍA! — Fuutarou despertó, y empezó a llorar — ¡ME ESTÁN MATANDOOOO! —

Itsuki lo vio totalmente confundida, pues nunca había visto llorar a su novio y además también vio algo que nunca pensó ver en el. Terror.

— Tranquilo — Ella lo llevó delicadamente hacia su regazo y empezó a acariciarle la cabeza para inspirarle calma — Solo fue una pesadilla que seguro es relleno que quiso meter el autor, tu tranquilo —

El llorón empezó a chuparse el dedo mientras se acomodaba en el regazo de su novia.

— Oye Itsuki, era que vinieras a despertarlo. No a consentirlo — Ichika irrumpió pero se quedó en blanco al ver el estado de Fuutarou — ¿Y a este que le paso? —

Fuutarou...¡Haste responsable de tus hijos 2!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora