El contenido de esta historia es compartido con el único fin de entretener, en ningún momento se busca dañar/afectar el nombre y/o la imagen de los integrantes aquí mencionados; ninguna de las situaciones y acciones que se presentan tienen relación...
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Los dedos de Hoseok son una belleza.
Son largos, deliciosamente largos.
Son gruesos, pero no demasiado. Tus propios dedos se deslizan perfectamente entre cada uno de los suyos, enlazados y entrelazados como si estuvieran hechos para estar así siempre.
Te encantan los dedos de Hoseok cuando te recogen trozos de pelo, te hacen cosquillas en la piel de la espalda o te suben la cremallera del vestido con delicadeza.
Pero, sobre todo, te encanta la forma en que los dedos de Hoseok se sienten enterrados en lo más profundo de tu cuerpo, follando dentro de ti mientras te induce al clímax.
"¿Te vas a correr por mí?" Te pregunta, con una voz áspera por el deseo, mientras observa cómo te tiemblan las piernas. "¿La pequeña y sucia quiere correrse en mis dedos?"
La capacidad de hablar te ha abandonado, dejándote sin palabras e incapaz de expresar lo bien que te hace sentir. Tus suspiros y gemidos de placer son todo lo que tienes para comunicarte.
Te mordisqueas el labio mientras él aumenta su velocidad y se inclina para lamer tu clítoris. Él gime de placer por el sabor.
"Mierda, sabes tan bien", gime mientras se levanta. "Me encanta lo jugosa que te pones para mí".
Hoseok presiona la parte plana de su lengua en el lugar donde sus dedos salen de ti y lame lo que se escapa. Lame hasta tu clítoris y lo acaricia con fervor antes de chuparlo en su boca.
Tus ojos casi se hunden en el cráneo mientras él te acerca cada vez más al clímax.
"¡J-Joder!" Gritas, la única palabra que eres capaz de formar. "¡M-Me voy a...!"
Hoseok sonríe contra tu coño y aumenta la velocidad de sus deliciosos dedos, y la intensidad de su lengua agitadora. Golpea contra tu clítoris tortuosamente y tu respiración se agita mientras tu orgasmo te baña como una ola de tsunami.
Gritas el nombre de tu novio mientras tu espalda se arquea sobre la cama, con las piernas temblando sin poder parar.
Los dedos de Hoseok se ralentizan pero su lengua sigue siendo diligente. Saca su mano de dentro de ti mientras lame en tu agujero para absorber la evidencia de tu clímax.
Su mano está resbaladiza y sonríe mientras saca su cara de tu núcleo. Te presenta los dedos en la cara como un trofeo, con los ojos brillando de orgullo por lo fuerte que te hizo correr.
"Chupa", exige.
El jugo brilla en la escasa luz de la habitación y tú abres la boca y muestras tu lengua para él sin pensarlo. Hoseok zumba agradecido mientras los introduce en tu boca que espera.
El sabor de tu propio subidón mezclado con el de su piel es embriagador. Hace que tus ojos se cierren de felicidad mientras lames y limpias sus manos. Te observa atentamente, con los ojos clavados en tu cara, mientras siente cómo tu lengua se desliza por cada rincón para asegurarse de que está bien limpio.
"Dios", jadea. "Qué bonito".
Sus cumplidos te golpean directamente en el corazón, y te hacen chisporrotear hasta tu coño gastado para devolverle la vida.
Hoseok utiliza su mano libre para agarrar la base de su polla y guiarla hasta tu entrada, lamiendo la cabeza de su polla burlonamente.
"Un coñito perfecto", arrulla. "¿Quieres mi polla?"
Asientes patéticamente con su mano aún presionando tu lengua.
Hoseok gruñe en reconocimiento de tu consentimiento y empuja con brusquedad, iniciando un ritmo rápido.
Ya está muy cerca de su final, increíblemente excitado por el juego previo. El calor de tu coño húmedo le hace sisear y gemir.
"Cariño", jadea mientras te folla. "Me coges tan jodidamente bien".
Tu agujero vuelve a zumbar con vida mientras él te penetra rápidamente. Sus dedos permanecen en tu boca y tú chupas más fuerte con gran placer.
Hoseok observa cómo su polla sale de tu interior cubierta de lo mismo que cubría sus dedos. Está desconcertado y tiene la intención de reemplazar sus dedos en tu boca por su polla, pero no tiene ningún deseo de abandonar el calor de tu coño.
Echa la cabeza hacia atrás mientras sus caderas trabajan a destajo, el sonido de su piel golpeando la tuya llena sus oídos, mezclado con los húmedos sonidos de su polla sumergiéndose en tu empapado agujero. Es una sinfonía, una obertura de placer que incluso los grandes compositores encontrarían armoniosa.
Está cerca, puede sentir cómo su cuerpo se tensa para preparar el final. Tu lengua lamiendo y chupando sus dedos como si fueran su polla y la deliciosa sensación de tu canal envuelto alrededor de él hace que su cuerpo reaccione rápidamente.
Se acelera, se persigue a sí mismo en la cresta de la ola del placer.
"Mm-Mierda", jadea. "Voy a llenarte con mi semen, nena".
Asientes con la cabeza y gimes alrededor de sus dedos, ansiosa de que te cubra por dentro. Se da cuenta de tu tenaz respuesta y eso le hace sonreír.
"Sí... te encanta que te llene tanto, ¿verdad, pequeña?".
Sus palabras te vuelven loca, el timbre de su voz pronunciando su salaz poesía hace que tu coño se apriete y palpite a su alrededor.
Es lo que le hace entrar en éxtasis.
"Oh, Dios mío, me voy a correr, nena", jadea mientras sus caderas tartamudean. Te folla un par de veces más antes de sentir que la bobina que lleva dentro se rompe. Gime al compás de las pulsaciones de su polla, pintando franjas blancas y calientes de semen en lo más profundo de ti. Te hace jadear alrededor de sus dedos, los ojos se abren de par en par al sentir que se entierra tan profundo como puede.
Hoseok gime cuando por fin se siente vacío, y saca suavemente su polla gastada de tu interior. Suspira suavemente al sentir que todos los músculos de su cuerpo se relajan. Follar contigo llena de su semilla es mejor que cualquier masaje que haya recibido. Su cuerpo tiene una forma de sacar toda la tensión, dejando que se derrame dentro de ti.
Retira sus dedos de tu boca con una sonrisa, que es respondida por la tuya.
"Te amo", murmura mientras se inclina para darte un beso en los labios.
