Canto de los pájaros -kookjin-

Capítulo 2: PRIMER ACTO, SEGUNDA PARTE: ACCIÓN DE SUBIDA

Acción ascendente: Se introduce un conflicto y comienza el viaje del protagonista.

"Entonces, ¿a dónde vamos?"

Seokjin sonrió crípticamente. "Ah JK, ¿no confías en tu hyung? Voy a llevarte a dos de mis lugares favoritos esta noche".

Era agradable ver a Seokjin así, caminando al lado de Jungkook con las manos en los bolsillos de su sudadera con capucha de gran tamaño. Se le ocurrió que, incluso después de meses de conocer al otro, era la primera vez que veía a Seokjin después del atardecer, sin que la luz del sol actuara como un cuidadoso amortiguador entre ellos. Ahora los planos de la cara de Seokjin se proyectaban ocasionalmente en sombras apagadas, y a menudo se inclinaba más cerca de Jungkook para que se le oyera por encima del zumbido de la ciudad mientras desgranaba recuerdos asociados a los lugares por los que pasaban.

"... y ese lugar de allí tiene un shabu-shabu realmente bueno", dijo Seokjin, agarrando el brazo de Jungkook para llamar su atención. "Dios, lo echo tanto de menos, hace más de un año que no lo pruebo".

"¿Por qué no?"

Seokjin se encogió de hombros. "Es que no vengo a este lugar a menudo", respondió, con voz ligera, y tiró de Jungkook en otra dirección.

"Podemos ir allí esta noche", ofreció Jungkook. "Me gusta el shabu-shabu".

Seokjin soltó una pequeña carcajada. "Dejémoslo para otra ocasión. Tengo en mente algo mucho más genial para nosotros".

"¿Bingsu?" Jungkook se quedó mirando el menú especial que Seokjin había pedido. "¿No hace demasiado frío para eso ahora?"

"Oh, vamos, ahjussi", se burló Seokjin. Se rió cuando Jungkook le dio una patada por debajo de la mesa. "No conseguirás bingsu como este en ningún otro lugar de Seúl. Lo hacen de tamaño extra y con ingredientes muy especiales. Prepara tu pequeña cámara para este".

Jungkook lo hizo obedientemente cuando la camarera empezó a caminar hacia su mesa con su pedido. Desde la distancia, parecía ser un postre con sabor a matcha y fresa - una ilusión que se disipó tan pronto como su orden fue colocada entre ellos.

Los "ingredientes especiales", para horror de Jungkook, resultaron ser rodajas de aguacate y mermelada de tomate. El bingsu se presentaba en un enorme bol, con los copos de hielo amontonados en lo alto y asomando como una colina verde y roja entre ellos. Al otro lado de la mesa, Seokjin cogió su cuchara de mango largo.

"¿Listo, JK?" preguntó Seokjin, haciendo una V cuando Jungkook giró la cámara en su dirección.

"Espero que tengas a los servicios de emergencia en marcación rápida", dijo Jungkook, enfocando un gran globo de mermelada de tomate que goteaba por un lado. "Primero el gimnasio, y ahora esto. Hyung, estoy empezando a pensar que disfrutas sometiendo tu cuerpo a la tortura".

Seokjin se rió, y pegó una cuchara en la dirección de Jungkook. "Vamos. Si logramos terminar esto en 10 minutos tendremos tres pedidos gratis de bingsu al mes durante un año".

"Eso es cierto". La camarera sonrió, habiendo vuelto con un pequeño cronómetro. "¡10 de 75 personas lo han conseguido hasta ahora! Seokjin-ssi, me alegro de verte de nuevo. Quizá a la tercera vaya la vencida".

"¡Tienes razón, Eunha-ssi! Esta vez tengo un arma especial", dijo, señalando a Jungkook. "Jungkook aquí come como un caballo".

"¡Oye!"

"Es casi tan bueno como yo", continuó Seokjin, imperturbable. "No me decepciones esta noche, JK. Cuento contigo".

Le guiñó un ojo a Jungkook, haciendo chocar sus cucharas. Eunha se rió y encendió el cronómetro.