Capítulo 25

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Celeste se miró fijamente en el espejo y vio a una chica patética vestida de blanco, se veía hermosa y miserable a la vez. Lo único que la alentaba a seguir a delante era la vida que se formaba dentro de dentro de ella, su única ilusión, su pequeña Alaia.

-Te ves hermosa - era la voz de Axel.

-No te han dicho que es malo ver a la novia antes de la boda - dijo, aun mirando en el espejo.

-Nosotros somos diferentes - se posa a su lado y también se mira al espejo-. Soy realmente atractivo, ojalá casarme no baje mi popularidad – dijo, en un tono preocupado.

Sin querer a Celeste se le me escapó una sonrisita - Ridículo.

-Oye, yo soy una Belleza, te imaginas cuántas mujeres llorarán por mí y es más han de hacer una protesta para que no me case.

Celeste bufó.

- Axel ya bájate de esa nube, cuidado te caes - dije, en tono de burla.

-Sonríe, no hagamos ver esto un funeral – acaricia su cabello- sé que no estamos pasando por un buen momento, pero no dejemos que la tristeza nos invada – sonríe dulcemente -. Demos lo mejor de nosotros – Axel se inclinó un poco y acarició con ternura el vientre de Celeste - te veo en la ceremonia.

Ella asiente.

Al quedarse sola sus lágrimas empezaron a caer, ella no quería morir, quería ver crecer a su hija, quería estar junto a Liam, quería una vida junto a él, pero ya había tomado una decisión y no había vuelta atrás. Ya le había prometido a Eda que renunciaría a todo por las personas que amaba ahora solo le quedaba disfrutar el poco tiempo que le quedaba.

Miró hacia su ventana con tristeza- Wǒ ài nǐ.

Ella no se había dado cuenta que Axel la había estado observando al otro lado de la puerta y al igual que ella también estaba destrozado, seco bruscamente las lágrimas que caían descontroladamente y camino hacia el balcón, cerro sus ojos tratando de calmarse y regular su respiración. Saco su móvil de su bolsillo y observó con tristeza una fotografía de él junto a Luz, su corazón dolía mucho, se sentía vació e incompleto sin ella. Pero al igual que Celeste dejaría ir su gran amor, no podía ser egoísta y decirle que lo esperara, no podía.

-Luz... perdóname- respiró hondo.

En una habitación oscura se encontraba Luz llorando en silencio aferrada a su almohada y al igual que Axel, su corazón también dolía mucho, se sentía vacía e incompleta sin él. Levanto su mirada hacia su escritorio y miró el portarretratos donde estaban ella y Alex, con una gran sonrisa. Tomó uno de sus peluches y lo lanzó con mucha ira hacia el portarretratos provocando que se callera y se rompiera en pedazos. Se levantó con rapidez de la cama y tomó la fotografía entre los vidrios rotos para luego aferrase a ella.

-Axel... vuelve- susurro entre sollozos.

Por último, Liam, quien se encontraba en la empresa de su padre tratando que no se fuera a la quiebra, desde que despertado había estado trabajando en su oficina sin descanso. Era su forma para lidiar con dolor, que mejor para un corazón roto que tener la mente ocupada. Su padre a pesar de ser un hombre duro y estricto estaba preocupado con su hijo, había tratado de hacerlo razonar, pero Liam era una persona muy obstinada y terca, cuando se proponía algo nadie podía hacerlo cambiar de opinión a su padre no le quedo de otra que dejarlo hacer lo que quería.

-Liam...

-No estoy para nadie, por favor retírese o llamare a seguridad- dijo, sin quitar los ojos del portátil.

-Así es como tratarás a tu salvavidas.

Liam se detuvo y levanto la vista para ver de quien se trataba.

CORRESPONDIDOS (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora