The darkest little city called Hawkins

Chica explosiva

Laboratorio nacional de Hawkins, un lugar rodeado de alambres de púas y vigilado por policía militar. Mi hogar desde hace 15 años, la edad que tengo. aunque no sé si puedo llamar hogar al sitio donde me han estado torturando desde hace años, desde que descubrieron hasta donde podía llegar. Papá quería volver a experimentar conmigo hoy y yo no quería, esos experimentos eran una clara tortura que quería dejar de vivir.

–Tengo el presentimiento de que hoy es el día.- Puso papá su mano en mi espalda sonriendo. Lo odiaba, lo odiaba mucho. Yo solo me quedé callada y entre en el tanque de privación sensorial comenzado así la búsqueda de la criatura que papá buscaba. El tiempo pasaba y yo cada vez estaba más cerca de ella, ella se dio cuenta de mi presencia y....

Alarmas, luces fundidas, grietas por las paredes, gritos y personas corriendo de allí por allá. Era mi momento

Salí del tanque gracias a mis poderes psíquicos y empecé a quitar del medio todo aquel que se ponía en mi camino, necesitaba salir de allí YA. Cuando por fin vi luz natural, algo que nunca había logrado ver en mi vida. Me quede quieta mirando hacia el cielo pero ese momento duró poco ya que tenía que correr antes de que me volvieran a coger pero para ganar tiempo hice explotar varios coches militares. Corrí, corrí por el bosque moviendo todo lo que me estorbaba en mi paso hasta que escuché los pasos de alguien, parecía ser una chica pero no como yo... ella tenía una melena larga, vestía distinta a como papá me vestía a mi. La chica se paró observando hacia dónde yo estaba y de repente vi como lanzaba una piedra hacia mi. Yo la atrapé en el aire y se la devolví con fuerza dándole así en la cabeza, salí de entre los árboles y la elevé del suelo estampándola contra otro árbol. ¿Porque hice eso? ¿De verdad era el monstruo que todos decían que era? Yo no quería ser así, al verla en el suelo sentí una gran tristeza y empecé a llorar sin poder detener mis lagrimas.

Fin de narración de nuestra chica explosiva

No os voy a engañar todo esto me parecía una película surrealista completamente pero por otro lado algo había en esa chica que me hacía creerme cada palabra que decía hasta lo del bicho ese de cabeza rara, y si de un plan hablamos... tenia uno no muy brillante pero que serviría bastante para ocultarla de momento.

–Mira esto esto que voy a hacer no lo hagas tú porque esto es ilegal ¿entendido chica explosiva?-Mire por las ventanas de la caravana de Eddie y encontré una entreabierta, me colé por ella y abrí la puerta desde adentro
–Podría haber ayudado- me miró la chica explosiva que evidentemente tiene poderes psíquicos
–eh... bueno si, si, tienes razón, para por aquí que primero hay que buscarte algo de ropa- Fui directa al cuarto de Eddie y abrí su ropero, empecé a tocar entre sus cosas mientras la chica explosiva se sentaba en la cama. Saque una camiseta que no olía a culo, bien por Eddie. También encontré un pantalón de pijama negro que serviría de momento, se lo di a ella y la deje sola para que así se pudiera cambiar.
–Ya, ya estoy- dijo con un tono de voz muy bajito
–anda mira toda una rockera- hice el símbolo de rock con las mano y viendo la cara que puso de no estoy entendiendo nada supuse que esta chica ni sabía que era el rock aunque obvio si lleva encerrada en un laboratorio toda su vida.
–A ver mira primero me llamo Athenea, así que puedes llamarme por mi nombre para todo lo que quieras, Segundo esta casa no es mi casa pero es la casa de uno de mis mejores amigos, te quedarás con el. Además seguro que os lleváis muy bien es así rarito también. Y esto... ¿tu nombre chica explosiva?
–¿Nombre? Soy número 9- enseñó su tatuaje de la muñeca con su número ¿es que acaso los tiene identificado como robots?
–Que me estás contando, eso no es un nombre eso es un número- me quedé mirándola y me acorde del nombre que tanto le gustaba a mi padre.
–Emma, te vas a llamar Emma porque tienes cara de Emma-Le sonreí y supongo que le gusto la idea ya que ella me devolvió la sonrisa, comencé a enseñarle esa chabola que tenía Eddie como casa, no tenía mucho pero creo que así se sentiría más cómoda ella. De repente la puerta sonó y apareció Eddie con su cara de ¿que esta pasando aquí?
–¿que haces aquí Nea y... quien es ella? Pero espera... ¿esa es mi ropa?- me miro Eddie flipando
–Todo tiene una explicación y oye la próxima vez asegúrate de dejar las ventanas cerradas ¿no crees? Ella es Emma y creo que deberías sentarte y coger algo para tomar porque lo que se viene ahora es largo -vi como Eddie se sentaba en una silla haciendo el gesto de adelante. Yo miré hacia Emma haciéndole la mirada de oye guapa habla que es tu turno. Emma me volvió a mirar pero su expresión era de confusión. Así que nada me tocaría a mí contar la locura esta.
–Ella se ha escapado del laboratorio ese día un hay en el bosque este raro siempre rodeado de militares, pues de ahí y eh bueno llevaba ahí encerrada toda la vida ya que hacían experimento con ella y bueno se ha escapado y la persigue gente mala así que aquí estamos ah bueno espera y lo más importante tiene poderes, una pasada vaya- mire hacia Eddie que su cara era menos comprensible que antes
–¿me has robado del horno alguna sustancia mágica o que? ¿Me estás diciendo que tengo que esconder del gobierno a una chica con superpoderes? ¿PERO QUE PASADA ES ESA?-exclamó Eddie, sabía que no me fallaría y ayudaría en todo.
–pues si, en resumen es eso, habla poco pero seguro que con todo el tiempo que vais a pasar juntos tendréis tiempo de conoceros más y bla bla bla. Confío en ti Eddie, y tu Emma no hagas volar nada y menos a él al menos de momento, yo tengo que recoger a Dustin antes de que la señora Henderson se preocupe... mmm os dejo solos ¿si? Venga adiós. –No di tiempo a Eddie a hablar cuando ya había cogido la puerta y me dirigía a casa de los Wheeler a recoger al pequeño terremoto. Cuando ya estaba cerca vi como el coche de steve estaba aparcado en la puerta en lo que supongo que iría a recoger o a dejar a Nancy, sigo preguntándome que ha visto en este retrasado, un retrasado que ha sido muy importante en mi vida. Intente no mirar hacia el coche pero notaba que me miraba, steve no me quitaba el ojo de encima porque cuando estaba solo siempre era así. Escuché la puerta del coche cerrarse pero no quise mirar, no quería darle pie a entablar una conversación conmigo.