𝓟𝓮𝓻𝓭𝓸𝓷𝓪𝓶𝓮. . .

Capitulo 3

Pequeños sollozos se escuchaban por todo el lugar,haciendo eco en las paredes de aquella oscura y sucia habitación.

Sus ojos ardían,su garganta dolía y ni siquiera podía decir más de una palabra por culpa de los hipos que salían cada segundo de sus labios. Incluso su vientre se sentía extraño,como si algo quisiera salir de ahí.

Trato de limpiar inútilmente las lagrimas que salían al sentir como unos grandes brazos la rodeaban. Los abrazos le gustaban y siempre la hacian sentir mejor,pero no ahora,no quería un premio de consolación.

—Shhh,tranquila. —susurraron dulcemente mientras la mesian,aunque Naruto pudo notar la pequeña desesperación del hombre mayor.— No llores pequeña,él solo tenia mucho trabajo.

—Siempre tiene mucho trabajo. —pataleo tratando de safarce de aquel abrazo,se sentía asfixiadade repente.— ¡Siempre tiene mucho trabajo y por eso no viene! —los lloriqueos se hicieron más fuertes y ella comenzó a retorcerse para que la soltaran,cosa que no paso,solo la sujetaron con más fuerza.— ¡Siempre,siempre es lo mismo!,¡no es justo,no es justoo!

Hiruzen arugo su entrecejo al escuchar las protestas de la pequeña niña,le dolía ver como la rutina se repetía cada año sin falta.

Siempre que era el cumpleaños de la pequeña Uzumaki,esta se vestia con un lindo vestido blanco y esperaba paciente delante de su puerta,emocionada al pensar que su padre por fin vendría y le desearía un feliz cumpleaños,luego,al ver que eso no pasaba,terminaba llorando en sus brazos amargamente.

—¿¡Qué hay de malo en mí!?,¿¡Por qué no me quiere!? ¡Yo lo quiero mucho! —Hiruzen apretó más su agarre,reprimiendo las pequeñas lagrimas que se formaban en sus ojos al escuchar como la pequeña volvia a llorar más fuerte.

Odiaba ver a ese dulce rayo de sol sufriendo.

—Shhh,de hecho,él dejo algo para ti,mira.

Naruto dejo de moverse y trato de callar sus sollozos,un pergamino fue dejado frente a sus ojos.

Con emoción lo tomo y lo abrió rápidamente,cuidando de no romperlo con sus pequeñas y torpes manos.

—¡Pero yo no se leer 'ttebayo! —se quejo.— ¡Jiji,enseñame a leer y escribir!

—¿Eh?,pero aun eres muy pequeña. Recuerda que tienes cinco años.

Naruto nego rápidamente y le enseño el pergamino extendido.

—¡Quiero saber que me dijo papá,quiero constestarle a papá! —por primera vez en todo el día pudo escuchar felicidad en aquella chillona voz.— ¡Quiero contarle muchas cosas y ahora que me enseñaras a escribir,por fin podra saberlas Dattebayo!

—Bien,te enseñare mañana a primera hora. —la rubia festejo y agradeció con una linda sonrisa.— Pero ahora debes dormir,ya es muy tarde para que una pequeña como tú este despierta.

Aunque hubo protestas,Hiruzen logro dormir a la pequeña después de una media hora de lucha.

—Descansa pequeña.

Aun con el pequeño sentimiento de culpa creciendo en su pecho al ver el pergamino extendido en el escritorio de la rubia,salio de aquel pequeño departamento,con la idea en mente de hablar seriamente con su sucesor.

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Parpadeo un par de veces,tratando de quitarse el sueño que sentía al escuchar a sus compañeros de equipo dar el reporte de la misión.