~Noche de Secretos 3~ (ǝɥɔoN ǝp soʇǝɹɔǝS) *Versión Kirimina*

~No más Secretos~

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- Que te deseo con toda mi alma. - El aire abandonó el cuerpo de la dama, sus pómulos se encendieron y él no paró ahí, de pronto echó la mesura por la borda y se sinceró con ella. - Porque eres la chica más sexy que existe y me estoy volviendo loco por ti ahora mismo. - Ashido sentía que iba a estallar, que su corazón le daba vuelcos en el pecho y no sabía si era emoción, sorpresa o qué cosa, jamás se había sentido así; jamás había existido una persona capaz de llevarla a ese estado, ni siquiera Kaminari, lo que hubo entre ellos fue físico meramente, pero esto, esto que estaba enardeciendo en su interior sólo tenía un nombre: Pasión. 

De esta manera Mina se dio cuenta que las palabras de Kirishima causaron una reacción que pudo poner su mundo de cabeza como nadie lo había conseguido, porque además la miraba con intensidad a los ojos sin dejar cabida a la duda; la sujetaba con ahínco para que no se separara de su cuerpo ni un centímetro y su corazón latía al unísono con el de ella. 

Ya no hubieron palabras, ella simplemente tiró de él para separarlo del árbol y saltó para envolverlo con las piernas alrededor de la cintura. Las manos de Red Riot la sujetaron por los muslos cargándola de esta manera para mantenerla en esa posición; sin más demora la chica llevó sus labios a los ajenos y él no dudó en corresponderla; sin soltarla la besó y la dejó explorar su boca como quiso; lo mordió y lo besó deslizándose por su comisura y mejilla y siguió hacia su cuello; Kirishima tenía los ojos cerrados y sólo apretó sus dedos en los muslos de ella cuando sintió la descarga de sensaciones cuando los labios de la chica llegaron a su cuello y por supuesto que ella lo notó. 

- ¿Eso te gusta? - Sólo lo vio mover la cabeza asintiendo; Ashido no pudo evitar sonreír por lo que metió su rostro en su cuello y continuó besándolo de modo que lo escuchó soltar el aire por la nariz con demasiada energía; claro que mientras ella sonreía de hacerle sentir cosas que creía eran agradables; Kirishima estaba pasando por otro tipo de sensaciones. Para cuando esto fue evidente para la pelirrosa simplemente elevó el rostro y le miró a los ojos. - Kiri. - 

- ¿Ah? - Dijo apenado y muy sonrojado, se veía contrariado pero la razón era evidente. 

- ¿Qué es lo que... se siente...? -

- Mira guapa, si no sabes qué es eso, pecas de inocente. - 

- ¡Pppffttt! - 

- Entonces sí sabes. - Dijo al escucharla reír y la hizo descender un poco, lo suficiente para que ella sintiera un poco más su dureza y no precisamente de su quirk. 

- ¿Por qué estás así? - 

- ¿En serio quieres explicaciones? - Le dijo elevando una de sus manos para acariciar su mejilla y ella de manera coqueta le sonrió; aún con las piernas envueltas en su torso se sujetaba y él aún le apretaba uno de sus muslos. 

- Digamos que quiero que me las des. - 

- ¿Las explicaciones...? - 

- También. - Dijo divertida y él sonrió. 

- No juegues conmigo. - Respondió deslizando la mano en su mejilla hacia su boca y con el pulgar la abrió empujando el labio inferior para meter su dedo dentro, de esta manera pudo sobar su lengua mientras miraba lo que hacía, la lengua de ella y su boca abierta; Ashido notó que parecía absorto en la imagen así que envolvió su lengua en su dedo y succionó suavemente cerrando los ojos. Kirishima no dejó de mirarla por lo que su erección llegó a su límite y ella sintió ambas cosas, lo profundo de su mirar cuando volvió a abrir los ojos y lo rígido de su entrepierna. Entonces fue retirando el pulgar de su boca sólo para apoderarse de esta con la suya. "¿Cómo me detengo ahora? Me voy a volver loco y ella va a matarme si le digo todo lo que..." Pensó el pelirrojo mientras la besaba; estaba cayendo preso de la lujuria porque jamás  había llegado tan lejos y se sentía algo intimidado. - Ashido... - Dijo entre besos y ella retrajo un poco el rostro para mirarlo. - Deberíamos parar ahora. -