22. Tú pagas, ambos disfrutamos

202 7 15
                                    

Esto de tener 18 no me está gustando...



Mientras daban un paseo a Brutus le llegó una sensación de hambre como de no haber comido en dos semanas, se acercó a alguien a ver si sentía lo mismo

B—Hey Alex, ¿tienes hambre?

A—¿Yo? No para nada —respondió tranquilo

B—Bueno, oye Shi- —lo miró muy concentrado hablando con Luna —meh, mejor le pregunto a alguien más, tal vez Olli

Entonces fue a hablar con Olli quien le sacó una charla sobre el tipo de ejercicio que debería realizar

B—Eh si si lo tomaré en cuenta

O—Eso dijiste la semana pasada

B—Bueno adiós —cortó el diálogo acercándose a Kuro

K—No no tengo dinero para darte

B—No venía a eso, quería preguntarte si tienes hambre

K—Ahora que lo pienso, si, si tengo hambre

B—Genial, vamos a la pizzería

K—Siempre y cuando tu pages

B—Seguro seguro

Ambos se desviaron del grupo hacia la pizzeria, durante el camino Brutus iba pensando en como pagar mientras que Kuro pensaba en cuanta comida podía comer sin pagar un sólo centavo

Entonces llegaron, y en la desesperacion, Brutus adquirió una idea descabellada para pagar...

B—Bueno, ya llegamos

K—Si, tu ve a ordenar 8 pizzas, yo apartaré el lugar

B—¿¡8!?

K—Te he visto comer 14 así que no te quejes

B—Pero... Bueno...

Brutus fue a con el pizzero y le encargó las 8 pizzas, sin embargo le pidió que añadiera algo especial, dos horas después las pizzas llegaron con un olor atractivo

K—Huelen... Exquisitas~

B—Si si, bueno, a comer

Ambos gatos comenzaron a comer, se dividieron las pizzas, Kuro tomó las 4 con aroma diferente y Brutus las otras, duraron 1 hora en comerse todas

Rellenitos comenzaron a charlar y a reír sobre sus vidas, de vez en cuando Kuro se fijaba perdidamente en Brutus mientras este daba sus discursos épicos sobre postres y comidas

K—... —soltó un suspiro mientras se acomodaba para ver mejor a Brutus

B—¿Kuro? ¿Me estás escuchando?

K—Fuerte y claro...

Brutus confundido se dio la vuelta un momento para buscar con la mirada al pizzero, al intercambiar miradas con el dueño éste último le guiñó el ojo

B—Esto no es bueno —susurró para sí mismo —bueno Kuro, como acordamos, paga las pizzas

K—Aquí tienes... —mencionó sacando su billetera y ofreciéndosela

Brutus la tomó, pagó y habló con el pizzero, quien le reveló que lo que estaba en las pizzas de Kuro era una escencia hormonal que se le aplica a los animales de engorda

One-Shots hards (Super cat tales 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora