Capítulo 3: Maestro

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La presencia de Jeon Jungkook en el café sobresalía a primera vista.


Las mujeres sentadas en grupos escondían sus sonrisas y sus cuchicheos de forma poco disimulada sin alejar la mirada de Jungkook, quien se sentaba solo en una de las mesas más cercanas a la cocina.


Taehyung podía sentir su propia sangre hervir.


—¿Qué haces aquí de nuevo?— espetó Taehyung. Era la segunda vez en la semana, y era martes.


Supuso de forma equívoca que lo del día anterior fue exclusivamente una broma por parte de Jungkook para burlarse de él. En la universidad Jungkook no le dirigió la palabra en ningún momento, lo que tuvo a Taehyung debatiéndose entre si era una buena o mala señal.


Era una horrenda.


—¿Le hablas así a todos los clientes?— preguntó Jungkook, el bastardo, con una expresión de fingida sorpresa. Taehyung nunca había querido moler a golpes a alguien.


Inhalando una bocanada de aire llena de resignación, Taehyung obligó a su cara a adquirir una sonrisa afable.


—Bienvenido, maestro. ¿Qué puedo servirle el día de hoy?~


Jungkook falló en retener una risotada, el sonido ahogado que produjo su garganta similar al de un hombre muriendo.


—En serio, vete— gruñó Taehyung. Jungkook carraspeó, recobrando su postura.


—No, lo siento. Sí, me gustaría un latte grande de vainilla y chocolate con dos galletas y crema extra dulce— pidió antes de extenderle el menú con una fastidiosa sonrisa—, por favor.


Taehyung chasqueó la lengua, sin preocuparse en disimular su mal humor. Los pedidos de Jungkook eran tan fastidiosos y elaborados como su personalidad.


—Te vas a producir diabetes— le reprendió, sin otro motivo que ser una molestia de igual calibre. El otro, para su pesar, no borró su sonrisa.


—Llámame maestro otra vez.


—Vete al infierno.


♡♡♡


—¿Cuándo volverás a usar el uniforme de maid, por cierto?


Taehyung depositó el pedido de Jungkook —la próxima vez le traería un café simple y se lo arrojaría a la cabeza— sobre la mesa y miró su propio atuendo. Consistía en una camisa blanca, un vestón negro y pantalones a juego.


—Usamos el uniforme de maid por un evento exclusivo— respondió Taehyung y una sonrisa maquiavélica curvó sus labios—. Si vienes aquí esperando que lo use de nuevo para reírte de mí, me temo que morirás esperando.


Fue ingenuo de su parte pensar que Jungkook cesaría lo que esto fuera al enterarse de que Taehyung no se vestiría de maid otra vez. Subestimar el alcance de la irritabilidad que Jungkook era capaz de generar fue un grave error.


—¿Tienen otros eventos pronto?— inquirió Jeon con engañosa inocencia. A Taehyung le palpitaba el párpado izquierdo.


No, quería decir. No volveremos a realizar eventos exclusivos y cerraremos el café mañana, así que no regreses. Pero el universo era un lugar cruel y despiadado que estaba dispuesto a ahogar a Taehyung en la más profunda de las miserias.


—Sí, tendremos— los interrumpió una voz femenina, una muy familiar para Taehyung.


Su mánager, Kim Yongsun, intervino con alegría en su conversación. Debió verlo venir. A Taehyung le había resultado extraño que Yongsun no se hubiera aproximado a Jungkook antes, siendo uno de los pocos clientes varones que visitaban el café.


—¿En serio?— Las sonrisas compartidas entre Yongsun y Jungkook ponían a Taehyung de los nervios—. ¿Cuándo será el próximo evento? Me encantaría asistir.


—Solemos hacerlos los días viernes. Esta semana la temática es de animales. Los butler usarán orejas de diferentes especies.


Una mano cubrió la boca de Jungkook, en un obvio intento de ocultar su expresión, que delataba lo mucho que se estaba divirtiendo a expensas de Taehyung.


—Animales. Woah. Definitivamente vendré. Si no le molesta, ¿qué animal será este butler?— dijo, señalando a Taehyung con su dedo índice.


Yongsun pareció bastante complacida con la pregunta.


—Solemos hacer votaciones en nuestra red social para pedir la opinión de la clientela, pero ya que usted parece muy interesado en este butler en especial, ¿qué animal le gustaría?


El horror en los ojos de Taehyung debió ser visible, porque a Jungkook se le iluminó el rostro tan pronto Yongsun formuló la pregunta. Su mánager de verdad era una de sus peores pesadillas.


—Se vería adorable como tigre— comentó Jungkook, en el tono de voz más falso y contento que había oído. Yongsun compartió su opinión, muy animada en la nueva discusión entablada con uno de sus clientes, mientras Taehyung luchaba contra su propio deseo de cometer asesinato.


Tan pronto su mánager regresó a sus deberes, Taehyung le dirigió a Jungkook una mirada llena de odio y rencor.


—Si asistes el viernes, voy a destruirte la nariz— le amenazó entre dientes. Jungkook ladeó la cabeza.


—¿No vas a llamarme maestro? Tal vez... ¿amo suena mejor?


Lo ahorcaría cuando estuviera durmiendo.

Please can you keep my secret? (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora