𝐃𝐄́𝐉𝐀𝐌𝐄 𝐒𝐄𝐑 𝐓𝐔 𝐀𝐋𝐅𝐀 ៸៸ 𝖩𝖨𝖢𝖧𝖤𝖭

𝟐. 𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑𝐒

Jisung había pasado al lado de una floristería cuando iba de camino hacia la universidad de Chenle y pensó: "¿Por que no llevarle unas lindas flores a un ser tan lindo como lo era Chenle? " Y no lo pensó dos veces, entró a la tienda y compró cada tipo de flor que había en la tienda. No sabía cual era la favorita del omega, así que llevó unas de cada clase.

La cuenta fue elevada pero eso no le importó, su familia estaba muy bien posicionada, económicamente hablando, por lo que no le importó. Tomó todas las flores y caminó hasta la facultad de Chenle.

Los estudiantes salían, lo que indicaba que pronto vería a su omega. Y así fue, Chenle venía caminando con tranquilidad, eso hacía hasta que vió a Jisung. El omega deseaba que la tierra lo hiciera desaparecer en ese instante.

Jisung se le acercó con una sonrisa y en sus manos, las flores multicolor. Y no solo el alfa se acercaba, sino que las personas en el alrededor se quedaron observando la escena. Y eso provocó que Chenle se sonrojara y, a la vez, deseaba golpear al alfa.

-Hola, Chenle- dijo con una sonrisa Jisung, y el otro, simplemente se ocultó detrás del más alto de la mirada curiosa de los demás.

-¿Por qué me haces pasar tanta vergüenza?- susurró y Jisung sonrió al sentir como las cálidas manos de Chenle le sujetaban fuerte de su chaqueta.

Amaba proteger a el omega.

-No sé a que te refieres- preguntó con temor sin borrar su tierna sonrisa enamorada.

Chenle rodó los ojos y arrastró al menor hasta la salida, lejos de todos esos chismosos que estaban observándolos.

-¿Enserio?- añadió con sarcasmo. -¿Por que debías traer todo esto aquí? Ahora seré la burla de mi clase.

Chenle no era muy popular, pero el "que dirán" era algo que vivía en la mente de todos, y más para él, un omega que nunca había salido con un alfa. Jisung lo comprendió y miró sus flores; Chenle tenía, todos amaban las flores pero cuando eran entregadas en el momento indicado y por alguien que es el indicado.

-Lo siento, yo pensé que te gustarían.- Chenle vió como la cabeza del alfa estaba gacha, sintió su corazón partirse al ver esa faceta del alfa, quien siempre pasaba alegre y sonriente.

-No importa- añadió y tomó las flores y las olfateó.- están bonitas, muchas gracias.

Jisung levantó su cabeza, dejando ver aquellos oscuros ojos tan brillantes como un árbol de navidad.

-¿Ahora si me dejas ser tu alfa?- el omega, quien sonreía mientras no dejaba de ver las flores, miró mal a Jisung.

-No, - dijo con tono seco.- Deja de molestar.

- Por favor.

- No seas necio- el alfa solo hizo un puchero al ver que Chenle ya se estaba llendo hacia su casa. Así que tomó al mayor de la muñeca y lo acercó a él.

- ¿Ahora que quieres, Jisung?

Y el nombrado depositó un pequeño y sonoro beso en la mejilla del omega. Chenle se sonrojó a más no poder al sentir el tacto del menor. El alfa con miedo y feliz, huyó hacia su hogar.

Su olfato percibió el delicioso aroma de rosas y cerezas de Chenle, cuando estuvo tan cerca como siempre lo soñó; ese aroma que no dejó que se escapara sus recuerdos en toda la noche y los siguientes días de la semana.