Después de ese incidente todo comenzó a cambiar entre ustedes. Eijiro era más atento, más amable, te consentía. Pero en el momento que alguien más hablaba contigo su actitud era pedante y grosera, tanto con la persona que se atrevía a hablarte como contigo. Tú le reclamabas pero al final le terminabas siempre de perdonar cuando se disculpaba desesperadamente y se aferraba a ti como un cachorro en busca de cariño.
Acéptalo. No puedes dejarle, lo prometiste y no te atreves a hacerlo. ¿Quién más podría amarte como él sido tú?, Él es el único hombre que te ama tal cual eres. Aunque seas gorda, a él le gusta, le gustas demasiado y está dispuesto a matarse por ti.
Trataste de pensar siempre eso, de no ver como las cosas entre ustedes se estaban retorciendo, como su amor estaba pasando a ser una obsesión que no te dejaba respirar tranquila.
Todo iba mal y fue empeorando al momento de celebrar tu ascenso con tu jefe y tus compañeros en un restaurante cerca del trabajo. No sabias como él lo descubrió pero te asustaste demasiado, no sabías donde estaba él, te observaba y no tenías idea donde se escondía. Hiciste lo que te dijo por teléfono y con vergüenza agradeciste y te despediste de los demas. Ya tenías que irte a casa y llevar el postre que Eijiro te había pedido llevar.
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Al llegar al edificio, andando por el pasillo después de salir del ascensor, viste a la puerta de tu viejo departamento; aun nadie lo había rentado. Extrañabas la liberta y la calma de vivir sola. Suspirante con tristeza, tenías miedo pero te armaste de valor para abrir la puerta. Todo estaba oscuro, cerraste tras de ti anunciando tu llegada.
Querías prender la luz pero antes de hacerlo Eijiro lo hizo antes.
- Qué bueno que volviste mi vida.. estaba empezando a preocuparme – Dijo en calma para acercarse a ti y abrazarte - ¿Por qué tardaste tanto?
Soltó enojado esta vez apretando su agarre, te estaba doliendo y empezaste a quejarte. Pero esta vez el pelirrojo no te dejo ir.
- ¿Por qué no me dijiste que saldrías a cenas con ellos?, tuve que enterarme por mi cuenta y eso me hizo enojar mucho – Gruño apretándote con más fuerza, pasando su mano por tus cabellos y lastimarte al entrelazar sus dedos - ¿Por qué has estado empezando a mentirme?... ¿Por qué lo haces?
Cuestiona con recelo sin querer soltarte, el pánico de saber que te perdería lo estaba volviendo loco, desesperado por tenerte con él. Dispuesto a arruinar tu vida con tal de que estuvieras a su lado.
Forcejeaste y eso te hizo tirar el postre que te había pedido, pero eso ya no le importaba ahora, todo lo que quería era tenerte con él. Suplicaste que te soltara, te estaba lastimando, te estaba asustado. Él es demasiado fuerte como para que tú seas capaz de resistirte o de defenderte, has pensado incluso que de un simple golpe Eijiro podría dejarte inconsciente, incluso hasta matarte.
Pero sigues confiando que él no sería incapaz de hacerte algo como eso.
- Solo quiero que estés conmigo.. conmigo y solo para mí, ¿Es demasiado pedir eso? – Lloró, sentiste como su cuerpo comenzaba a temblar contra el tuyo - ¿Por qué no entiendes que tú eres todo para mí?, no quiero que te apartes de mí nunca... por nada... ni por nadie.
Gruño al recordar cuando besaste a Mina.
- Quiero que renuncies a tu trabajo – ordenó.
No sabes de donde sacaste fuerza para apartarle al empujarlo, le miraste enojada mientras él te miraba con una expresión de confusión y pánico. Reclamaste esta vez, ¡¿Cómo era posible que te pidiera algo como eso?! Él sabe más que nadie lo mucho que te esforzaste en ese trabajo, todo el estrés, toda la presión, todo el trabajo duro por ascender y mejorar ¿Por qué ahora te ordenaba renunciar a todo eso?
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Itadakimasu (Kirishima y Tu +18)
FanfictionEres una joven adulta de 25 años con un problema glandular, eres gordita y tus caderas tienen la figura de una deliciosa pera, eres bella. Tan bella como las doncellas de las pinturas de Pedro Pablo Rubens. Pero tú no ves eso, pues por más que te...