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Este mes parecía tener algún tipo de maldición ¿Que hizo para olvidar la reunión con su padre? Llamó con desesperación a Beelzebub esperando que le respondiera.
—Hades dime qué ya vienes. No está de los mejores ánimos —La voz del otro lado de la línea no era la misma juguetona del día anterior, algo realmente iba mal.
—En Media Hora.
El Albino se arregló con rapidez, un traje de dos piezas era lo más formal que tenía en su clóset. Al salir el tráfico no lo ayudo en mucho, decidió correr hasta el centro. Lugar donde estaba la sede principal de la empresa de su padre. En la puerta de entrada había una larga fila la cual se saltó ignorando todos los insultos.
Dos minutos.
El tiempo pasaba más rápido, si llegaba a tardarse más su padre no lo dejaría entrar en unos cuantos meses. No podía permitir eso incluso en este caso Beelzebub lo estaba ayudando no iba a desperdiciar eso.
Un minuto.
El Gran reloj avanzaba sin parar mientras Hades seguía corriendo por el gran edificio. Logro llegar a las escaleras pero por más que subiera no sentia un avance considerable.
Treinta segundos.
No faltaba mucho para llegar, un piso. Lo lograría. Antes de ser las dos en punto abrió la puerta bruscamente, todos los presentes en la sala se quedaron viendolo atónitos.
—Hades.
Se escucho una voz Grave proveniente del centro de la sala, era Cronos. Al lado estaba Zeus. Como era de esperarse no se encontraba presente Adamas, Beelzebub le indicó con los ojos donde sentarse y así hizo. El tema a tratar no lo sorprendió, el centro de la conversación era Zeus siendo un gran gerente.
«Cosas de directivos. Creo»
Hades solo tomó la palabra una tres o cuatro veces, realmente no estaba al tanto de la situación de su familia o más bien de sus hermanos. Desde la muerte de Poseidón se alejó más de su padre pues colocó su trabajo por encima de la familia.
Había aprovechado eso para promocionar sus productos con un eslogan de Las cosas no duran. La familia es para siempre. Ya ni lo recordaba bien por el asco y el enojo. Las horas habian Sido eternas. Cualquier voz aparte de la de su hermano o el pelinegro era insoportable, solo hubo una frase la cual escucho bien.
—Quedate al final.
Frunció el seño ante el comentario de su padre, no tenia nada que hablar y menos con el. Para evitar más problemas decidió hacer caso.
—¿Que quieres? —Hades tenía una expresión ilegible ademas de un tono de voz irritado.
—¿Aparte de llegar tarde me tratas así? Al día de hoy sigo siendo tu padre y me respetas.
La tensión del lugar se podía cortar con un cuchillo, el progenitor estaba esperando alguna muestra de respeto por parte de su hijo mayor pero al contrario este frunció aún más el seño.
—No voy a aceptar nada relacionado con esta empresa ¿Bueno? —Alzo la mirada para poder ver la molestia de su padre en la cara —. Y solo te voy a recordar el hecho de que ya no te veo como padre.
Hades se levantó de la silla y salió sin decir nada más, no le gustaba verle la cara a su padre pero iba por sus hermanos. O más bien hermano. Adamas se encontraba en un estado vegetal, probablemente no saldría de eso en un largo tiempo.
Algunos trabajadores de la empresa le preguntaban porque no había rechazado la oferta de trabajar en ese lugar, el simplemente respondía con no me gustan las oficinas o también decía Mis gustos van direccionados a otras cosas evitó responder de mala manera no quería más problemas aparte del de Qin.
—¿Qin?
De un momento a otro recordó al dichoso azabache con una venda en los ojos ¿Habrá ido al restaurante? Sacudió la cabeza intentando alejar al joven de sus pensamientos. Seguro no lo volvería a ver, eran diferentes estratos, distintas historias.
Salió del gran edificio un poco más calmado, observó las luces junto a otras grandes edificaciones. Sonó su celular, en la pantalla logro ver "Hermes" Maldición. No había avisado en el trabajo.
—Disculpa, se que fue mi culpa por no avisar. Perdón de nuevo.
«¿Silencio?»
Al otro lado de la línea se escucharon unos insultos pero llamo su atención el cambio de voz.
«¿Lo han robado?»
—¡Hades! ¿Que tal? —La voz del otro lado de la llamada sonaba alegre y con entusiasmo, definitivamente no era Hermes—. ¿Hades?
Al Albino se le hizo familiar la voz, ese tono. Lo conocía de alguna parte, se le hacía cercano.
—Con quién hablo y dónde está Hermes —Dijo fríamente.
—Soy Qin ¿Acaso no me reconoces?
Sus piernas parecían fallarle, hace un momento estaba pensando en el ¿Acaso es algún tipo de destino? Prefería pensar en eso en vez de darle vueltas al asunto, antes de seguir hablando fue a sentarse a una silla cercana.
—Qin, perdóname. Con honestidad no logré reconocerte.
—Me decepcionas.
La voz dramática del castaño hizo reír a Hades, pasaron un rato hablando. Qin le explico como le quitó el celular a Hermes y también le pregunto porque no había ido al restaurante. Conociéndose hace pocos días el oriental parecía demasiado interesado en Hades. Hubiera deseado seguir hablando pero la batería de su celular no le colaboró, dejo a la mitad un anécdota del asiático. Se sintió mal por eso.
«Cuando lo vea me disculpare»
Suspiró pesadamente, era momento de regresar a su departamento. Definitivamente no iria al restaurante, no quería escuchar un regaño de Hermes por culpa de Qin. Algo positivo de su día era el hecho de que lograría dormir más.
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No es lo mejor, pero es esfuerzo y con sueño. Hasta el próximo capítulo, descansen!
