A Merced del Diablo: ¿Final Faliz?

Karma.

"Reduciste mi corazón a cenizas.me he vuelto insensible al dolor.Hiciste que ambos nos quebráramosY escapaste, sin un rasguño.Ahora has agotado toda tu suerte,es hora de que recibas lo que te mereces.Estoy aguardando al KARMA.Estoy esperando para verte arder. "

Circus Ft Kagamine Rin - Karma

En el 2007, dos años después de la separación de Touman, comencé a vivir con Chifuyu y su madre; con la condición de que terminara mis estudios e hiciera algo con mi vida así que decidí... Unirme al sueño de Chifuyu de tener una tienda de mascotas, dónde el la administraría y yo atendería a los pacientes; claramente sería en honor a Baji y teníamos planes de unir a Kazutora, con este último comencé a forjar una amistad al igual que Chifuyu, lo visitamos una vez a la semana, lo emocionamos con la idea de la tienda, y le aseguramos que cuando saliera tendrá dónde ir.

En cuanto a Chifuyu y a mí, a un trabajamos en una posible relación, es mi pilar fundamental y se ha vuelto indispensable en mi vida, su madre me abrió los brazos para vivir con ellos, dice que vio un no sé qué en mis ojos que me hace la indicada...

Cada día pienso menos en Kisaki, y muchas veces me preguntó si merezco está oportunidad después de todo el daño que cause, gente que estafe y manipule; veo la sonrisa de Chifuyu, y no puedo evitar sentir que me contagia de algún modo...

Vendí aquella casa donde vivía con Kisaki, los padres de él me autorizaron hacer con ella lo que quisiera, ya que ellos no la necesitarían y use ese dinero para dárselo a la mamá de Chifuyu, y no sentirme tan vividora de lo ajeno.

Chifuyu, empezó a tener un trabajo de medio tiempo en una tienda de mascotas, mientras que yo después de clases tomo otras de apoyo, ya que me atrase bastante y por mi edad, sería muy difícil ingresar en una universidad.

Fueron dos años difíciles, pero estoy aprendiendo a vivir, a tener sueños, a conocerme más y todo se lo debo aquel ángel que me salvó ese día que casi muero.

Mi relación con él, empezaba a tomar forma, habían besos, caricias, abrazos y algunas veces... Hacíamos el amor... Y puedo decir con seguridad, que hay una gran diferencia entre el sexo y hacer el amor. Cada vez que lo hacía con Chifuyu, sentía que tocaba el cielo, por qué no había rincón de mi cuerpo; a pesar de las cicatrices que este tenía, que se sintiera amado... Amado, sí. Que sensación única el recibir cada beso en todo el cuerpo, cada caricia con ternura, si esto era amor
... No quería perderlo nunca.

Fue en aquel receso, donde fui al aula de Chifuyu para marcar territorio como todos los días, me sentaba en su escritorio y el a veces se encontraba perdido en un manga.

- No me estas poniendo atención. - Refunfuñe.
- Espera, ya terminó esta página.... Ya casi.... Ya. - Lo cerró. - ¡Listo! Soy todo tuyo Rena.
- Eso ya lo sé. - Respondí sonriendo.
- Pero es bueno que lo escuches todos los días ¿Sabes? Se me ocurrió algo nuevo para nuestra tienda de mascotas.... - Y juro que trate de escuchar lo que decía, pero mi celular vibró... Y al abrir el mensaje que me había llegado decía "Cuando termine el receso, ven a la entrada, te estoy esperando afuera"... Remitente... "Tetta Kisaki".... Sentí que se me bajaba la presión, el celular se me cayó de las manos. - ¿Rena? ¿Qué sucede? - Pregunto el rubio confundido al ver mi expresión.
- ¿Eh? Nono, nada. Tengo manos torpes, ya sabes... - levanté mi celular.
- ¿Pero escuchaste lo que dije?
- Sisi, amor, me parece gran idea. Eh... ¿Qué hora es? Mejor me voy a mi aula... - Lo bese en los labios y salí de su aula. El correspondió el beso, y no hizo más preguntas.

Salí a pasos ligeros, ya pronto tocaría la campana y tenía que escabullirme, para poder irme... ¿Kisaki? ¿Realmente era Kisaki? Eso era imposible, el había muerto... Yo lo ví en el cajón, lo ví cuando fue enterrado, el está muerto... ¿No?