Y llegó la soledad.

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Al parecer compartir fluidos no es algo por lo que muchos están dispuestos a matarse, entonces buscan un tierno corderito para arrancarle de cuajo todo recuerdo que éste tenga de mismo, toda hermosura que posea, tanto interior como exteriormente, por el simple hecho de ser la "especie superior", " el macho dominante sobre la hembra indefensa", todos esos apelativos superlativos del cazador egocéntrico. Cuando lo consigue, no lucha mucho por él, solo lo mata, se lo come y se acabó la historia, y sigue con su vida normal, sin resentimiento, sin arrepentimiento, sin sentimientos... Pero esto no es un documental, ni el trabajo de muchos años buscando el hábitat natural de este "inocente" animal, esto es la vida real, mi vida real.

Broken Memories.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora