F-fuck... Honey

2.6K 269 66
                                    

Baji y Mitsuya no tardaron absolutamente nada en empezar a murmurar cuando divisaron a Mikey ingresando a la cafetería acompañado de, nada más y nada menos que Hanagaki Takemichi.

―¿Qué mierda les sucede a ustedes dos?, parecen viejas chismosas―. Se queja Kazutora, dirigiendo su mirada hacia sus dos amigos, quienes le miraron estupefactos y después, señalaron hacia donde Mikey se encontraba acompañado de Takemichi por algo para almorzar. ―Oh, miren, está con el niño anaconda.

Baji soltó una carcajada. ―¿Le contaste a Kazutora?―. Inquirió Mitsuya, mirando acusadoramente a Baji.

―De hecho, fue Mikey quien me contó. Estaba tan desesperado de que el niño anaconda lo perdonara, que nos contó a todos su... hermosa y romántica primera charla―. Respondió Kazutora tranquilidad y sarcasmo. Mitsuya estuvo a punto de regañarlo.

―Hola, chicos―. Saludó Mikey, sonriendo con un poco de tensión. Sabía que sus amigos podían ser algo... extraños, y a él no le importaba, solo que esta vez, no quería asustar a Takemichi. ―Eh... él es Hanagaki Takemichi. Va a ser nuestro amigo ahora.

Kazutora, Baji y Mitsuya se miraron entre sí con un poco de sorpresa.

―Yo soy Baji Keisuke, encantado de conocerte―. Saluda el segundo mayor de la sala, estirando su mano hacia Takemichi. Éste le respondió el saludo con timidez.

―Un gusto―. Susurra sonriendo.

―Mi nombre es Mitsuya Takashi y tú... ¡eres una ternura!―. Mitsuya exclama, apretando una de las mejillas de Takemichi. Éste se queja por lo bajo, pero sonríe avergonzado.

―G-gracias...

―― Kazutora Hanemiya-. Murmura el pelinegro, sacudiendo levemente su mano. Takemichi asiente en forma de saludo. ―Así que... tú eres el niño anaco...

Las palabras de Kazutora fueron interrumpidas por las manos de Mitsuya sobre su boca y las histéricas risas de Baji.

―No le hagas caso a Kazutora, Takemichi, no sabe lo que dice―. Le asegura el mayor de la mesa al ―ahora― segundo menor, sonriendo tranquilizadoramente. ―Y dime, ¿qué estudias?

Mikey casi se siente morir de un infarto. Si no fuese por Mitsuya, Kazutora habría dicho algo verdaderamente estúpido e imprudente, lo que habría desencadenado un ataque de pánico en Takemichi y de seguro habría salido huyendo.

Iba a ser un poco complicado que Takemichi y sus amigos se llevasen bien, pero esos idiotas estaban advertidos: tenían que ayudarle a entrar en confianza con Takemichi para conseguir su objetivo o Mikey se vería obligado a hacerles pasar vergüenzas con sus novios, ya que ser consejero de todos sus amigos y su cofre de secretos tenía ventajas con aroma chantaje.

(....)

―Ah... mmh...

De nuevo Takemichi empujaba en su interior, más duro, más rápido. Oh, joder, podía sentir todas y cada una de las hinchadas venas sobresaltando y palpitando por la carne caliente... o al menos, eso era lo que se imaginaba.

Mikey no podía entender el por qué, pero cada vez que pasaba más tiempo con Takemichi, sus fantasías se volvían mejores. Más realistas, más deliciosas.

Movió su mano con más rapidez, buscando llegar lo más rápido posible. No tenía demasiado tiempo, pero no había podido evitarlo.

―M-mierda, Honey―. Susurró, intentando vanamente morder sus labios para acallar sus quejidos placenteros. Pero, en el fondo, se sentía insatisfecho. Aunque la potencia de su vibrador estaba al máximo y aunque se encontraba moviéndolo fervientemente dentro y fuera de su entrada, no se sentía del todo satisfecho.

𝖿𝖺𝗅𝗈𝖿𝗂𝗅𝗂𝖺 ; 𝘁𝗮𝗸𝗲𝗺𝗮𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora