Senjuro estaba agotado después de otro día de práctica con la espada de madera, aunque ya llevaba un tiempo entrenando se seguía cansando mucho por el esfuerzo. Así que se frotó los músculos agarrotados del cuello, los cuales le dolían por tres cosas; una por el entrenamiento y dos por sus preocupaciones entre las cuales estaba su hermano. Quién se iba a embarcado en una misión donde los cazadores de demonios de rango más bajo habían fallado y eran tantas las pérdidas que habían tenido que enviar a un pilar.
Por otro lado estaba Akina quién desde su última visita no había vuelto a verle, y eso era realmente preocupante dado que llevaba sin verla por lo menos cinco días cuando lo visitaba todos los días de la semana sin excepción alguna.
Tal vez le podría haber pasado algo realmente grave y eso hacía que se pusiera más nervioso de que lo estaba, porque por si fuera poco llegaba el aniversario de la muerte de su madre, con la que desgraciadamente no pudo pasar mucho tiempo de su vida y apenas se acordaba de ella. Pero esa día su padre estaba peor que de costumbre por lo que decidía salir dejando la casa para su progenitor.
Y eso era realmente lo que estaba haciendo, había salido en la mañana temprano con una cesta donde llevaba su comida para el almuerzo y la cena además de un bonito ramo de las flores favoritas de su madre, para ir a visitarla al cementerio dejando en su lápida el ramo recien cogido de violetas.Ya era bastante tarde pero no lo suficiente como regresar así que sacando su espíritu aventurero y una valentía que no sabía muy bien exactamente de dónde había emanado regreso por el sendero al bosque donde fue su primer encuentro con su única amiga. Estaba parado justo enfrente tratando de decidir si entrar o no, la última vez debía admitir que no había salido muy bien y menos para su tobillo pero viendo el lado positivo encontró a la que se convertiría en la luz de sus días. Así que más decidido que antes se adentro con la espada de madera en la mano.
Y bueno realmente había sido una idea muy mala, sentía que alguien lo estaba observando todo el tiempo y se estaba haciendo de noche, pero había sido más listo que la otra vez, dejó un rastro en los árboles que iban justo haciendo un camino hasta el sendero por donde había entrado.
Poco quedaba para que se hiciera de noche y seguía sin rastro de su amiga por lo cual decidió darse la vuelta y volver a su casa, mañana iría antes y tendría más tiempo para encontrarla. Para su desgracia la mala suerte parecía perseguirle, y esta vez Akina no estaba aquí para salvarlo.??: otra vez tu por aquí ¿eh? - escucho desde la oscuridad que se iba formando por los árboles - Está vez tu amiga no está aquí para salvarte te lo aseguro
Y Senjuro podría haber salido a correr pero el miedo lo paralizó al instante, y sabía que iba a morir en aquel fantasmal bosque.
Akina: Que pena que no pueda matarte - La voz de la chica hizo que sonriera -
Kyojuro: ¿Que haces aquí Senjuro? - Pero la voz de su hermano lo hizo girarse con horror -
Al poco de girarse vio como el gran demonio cubierto de musgo que parecía más bien un troll gigante se desvanecía al haber separado la cabeza de su cuerpo y al otro lado estaba Akina viendo con horror a su hermano. Ella lo había dicho, se había encontrado antes con cazadores pero nunca con un pilar porque estaba segura de que no viviría para contarlo.
Kyojuro: Senjuro apártate yo me ocuparé de esa demonio
Su hermano iba a tomar impulso para atacar contra su amiga quién estaba paralizada viendo la escena y antes de que echara a correr en su dirección Senjuro se puso delante de él bloqueandole el paso y la espada que estaba en posición de cortar la cabeza de ella le hizo un corto un poco profundo en su mejilla rozando su oreja. Para fortuna de Senjuro cuando su oído dejo de pitar por el golpe del puño después del corte se dio cuenta de que le había dado suficiente tiempo a su amiga para huir.
Kyojuro: ¿Que se supone que haces Senjuro? - se había agachado para poner un trozo de tela y tapar que el mismo había causado -
Senjuro: No le hagas daño a ella - Le dolía mucho pero sabía que había válido la pena hacerlo -
Kyojuro: Es un demonio y te podría haber matado por ponerte en medio - Frunció un poco si ceño haciendo ver que estaba molesto -
Senjuro: No, ella no me iba a hacer nada. Iba a salvarme. Ya lo ha hecho, ya me salvó de ese demonio - Se levantó el pantalón y dejó ver cicatriz en su tobillo - El demonio al que has matado me atrapó aquí y me hubiera matado si Akina no hubiera aparecido
Kyojuro: No puedes confiar en un demonio - Senjuro lo miro mal, y sorprendió a su hermano mayor sabiendo lo calmado que era su hermano - Mira hermanito, es un demonio no te puedes fiar de ellos. Nunca sabes lo que pueden planear
Senjuro: Pues me fío de ella más de que mi propio padre, después de todo me ha dado más razones para hacerlo que el - giro su cabeza para que su hermano no lo viera - Me voy a casa, si no puedes comprenderme no se ni siquiera que haces aquí
Kyojuro: No se que te pasa Senjuro, te estás comportando de forma extraña
Senjuro: Estoy siendo lógico, no te has parado a pensar nunca que hay demonios que no comen humanos
Kyojuro: Por supuesto que no porque no los hay
Senjuro: Si, si los hay y Akina es una de ellas - soltó un suspiro y miro a su hermano mientras se ponía de pie - Mira, déjalo pero si le haces daño para mí ya no serás más mi hermano
Y Kyojuro no sabía que pensar en ese preciso momento