—Eso fue lo que oí.
—¿Estás segura?
—Por supuesto.
Según Anne, el equipo de Five Seconds of Summer había hecho una reserva en nuestro hotel el día de hoy, por la mañana. Desde esta noche hasta la semana siguiente. No estaba segura de ello pues estuve ocupada arreglando la mercadería que los proveedores de vajilla habían enviado hace algunas horas, pero Anne era todo oídos, así que iba a creerle esta vez.
—Ponte guapa, que esta noche alguno de ellos nos llevará a la cama. —Anne dijo con toda la confianza del mundo.
Solo reí.
La idea de que alguno de los chicos nos invitaran a pasar la noche con ellos era una completa locura surrealista. Además, mi hora de trabajo estaba por terminar, no me quedaría por mucho tiempo más.
—Esperemos que Ashton se fije en ti. —sabía el enorme amor platónico que Anne le tenía a ese muchacho.
Ella mordió su labio inferior y continuó doblando la ropa de cama de la habitación en la que nos encontrábamos.
—Ya lo creo, sería un sueño. —suspiró al terminar la oración y tomó asiento en el colchón de la cama king size.— Debemos quedarnos para cuando ellos lleguen, para ayudarlos por si necesitan algo, con suerte nos ceden un espacio en la habitación.
—¿Estás loca? Max puede enterarse, nos despedirá en un abrir y cerrar de ojos.
Max era el hijo del dueño del Fleux, era muy simpático y amigable, hasta podría considerarlo mi amigo, pero cuando se trataba de trabajo y del negocio familiar, no se debía jugar con ello.
Anne bufó.
—Tranquila Oli, todo saldrá bien, confía en mí.
Podía ser una persona muy atrevida, pero en casos como estos, en los que mucho estaba en juego, me ponía de nervios. No creía poder hacerlo.
—Ya veremos. —canturreé terminando de acomodar las almohadas que Anne misma había desordenado.
Mi turno estaba a punto de terminar, por lo que me quité los guantes que llevaba puestos y caminé hacia fuera de la habitación dejando a Anne detrás, en dirección a mi pequeña oficina.
Max había sido muy amable en dejarme tener mi propio espacio, no se acostumbraba dar "oficinas" a las trabajadoras del hotel pero debido a que también atendía en el lobby y a veces pasaba la noche aquí, lo vió necesario. Según él, era la trabajadora estrella del mes.
Alguien llamó a la puerta a pesar de que estaba abierta, era Max.
—¿Escuchaste que Five Seconds of Summer se hospedará por más de una semana aquí? —se adentra a la habitación y toma asiento sobre el escritorio.— Al parecer tienen varios conciertos que dar aquí en la ciudad, además nos informaron que se tomarán algunos días para conocer restaurantes, lugares turísticos y más. —ladea la cabeza.— ¿No es genial?
—Anne me lo dijo pero no estaba muy segura de si era cierto o no. —confesé riendo.— Ya sabes cómo es ella.
Max rió junto a mi y se bajó de un salto del mueble.
—Esta es nuestra oportunidad para darnos a conocer internacionalmente. La grata estadía de la banda y de su equipo depende totalmente de nosotros. —salió de la oficina y se colgó del marco de la puerta, viéndome a los ojos.— No lo echemos a perder, recuérdalo.
—Claro, Fleux hotel, siempre a la orden. —respondí asintiendo y el pelirrojo salió finalmente del cuarto con una sonrisa. Ahí fue cuando pude respirar con calma.
Ahora el plan de Anne sonaba inútil. No iba a negar que me ponía los pelos de punta pensar en lo que era capaz de hacer con tal de conocer a los chicos, en especial a Ashton.
Arreglé mis cosas y rebusqué entre mi pequeño maletín un cambio de ropa. Tenía unos jeans, una camiseta holgada con el logo de Nirvana y mi preciosa chaqueta de cuero, todo en conjunto con unas zapatillas blancas.
Me vestí con rapidez, arreglé mi cabello hacia atrás y salí con mi bolso colgando de mi hombro hacia el lobby, donde supuestamente encontraría a Anne para regresar juntas a casa.
En el camino me encontré con muchas personas de seguridad y los gritos de muchas eufóricas chicas se podían escuchar desde el interior. Solo podía significar una cosa; la banda estaba por llegar. Y yo no quería estar aquí cuando ello sucediera, admito que una parte de mí sí esperaba a que el plan de Anne se desarrollara con éxito, sin embargo mi trabajo era más importante. Habían cuentas pendientes por pagar en casa.
—Hey, ¿dónde estabas? —Anne me sacó de mis pensamientos una vez que llegué a la parte delantera del lobby.
—Fui a vestirme y charlé un poco con Max. —le dije asintiendo y me incliné a su oído, ella apartó su cabello.— No podemos hacer esto, esta visita es importante para Max. Lo último que debemos hacer es meternos en problemas. —susurré rápidamente.
Anne movió sus manos en el aire y me miró divertida.
—Olivia, ¿cuándo un plan mío ha salido mal? —la miré con el ceño fruncido. Me faltaban dedos para contarlos.— Bien, no me mires así, confía en mí esta vez porque lo tengo todo fríamente calculado.
No sabía qué esperar de lo que pasaría esta noche. Lo único de lo que estaba segura era de que algo malo sucedería.
—Ven. —no me dio tiempo de reaccionar. Anne ya estaba tirando de mi bolso hacia el jardín del hotel.
El gran reloj del centro del patio marcaba las 11, según Anne, los muchachos aterrizaban a las 10:30 así que ya deberían de estar en camino.
—Esto es lo que haremos. —ella comenzó y rodé los ojos tomando asiento en una banca.— Tú irás por Luke, yo por Ashton o cualquiera que caiga primero ante mis encantos.
Tuve que cubrir mi boca para no reír ruidosamente. ¿Luke? Era el más inmaduro de los cuatro, o al menos así lucía, dudaba mucho de que algo pudiera pasar con él.
—No, prefiero a Calum. —respondí de vuelta.
—Hey, no puedes negar que Luke es ardiente. —suspiró.— los cuatro lo son, olvídalo, ya veremos qué sucede.
Anne colocó su pequeño bolso sobre la banca a mi lado y buscó algo allí dentro, hasta que finalmente sacó su labial rojo tan característico de ella.
—Bien, sigamos con el plan. Nuestro turno terminó hace quince minutos pero Max dijo que podíamos quedarnos aquí, es fin de semana, tenemos el derecho de una habitación deluxe.
Max había hecho un ligero cambio en sus políticas cuando su padre le cedió parte del negocio familiar para hacer un ambiente laboral más agradable. Él nos daba una de las mejores habitaciones en el hotel para pasar los fines de semana y utilizar las instalaciones como si nos hospedáramos allí. Sin embargo, yo nunca había disfrutado de ese beneficio, siempre volvía a casa para ver maratón de películas con mi gato.
—Solo nos hemos quedado dos fines de semana desde que trabajamos aquí, será muy sospechoso, ¿no lo crees? —le dije a Anne mientras veía mi celular, tratando de verificar si no tenía llamadas o mensajes nuevos.
—Al contrario, es la oportunidad perfecta para disfrutar de nuestro beneficio como trabajadoras del Fleux. —contestó con tono orgulloso y enseguida los gritos descontrolados provenientes de fuera se hicieron más fuertes.
Anne volteó hacia mi y levantó sus cejas de arriba hacia abajo mientras presionaba sus labios en una línea casi recta para fijar su labial.
—Es nuestro momento, sígueme la corriente y todo saldrá bien.

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Rendezvous | Luke Hemmings
FanfictionLa vida de Olivia, una trabajadora del Fleux hotel, cambiará al conocer a Luke, un apuesto muchacho de ojos azules que forma parte de la banda más exitosa de los últimos años y de una familia muy influyente. Lo que ella no sabe es que hay secretos o...