❝ en todo el mundo, no hay un corazón para mí como el tuyo. en todo el mundo, no hay un amor para ti como el mío. ❞
the twilight saga: new moon ━ breaking dawn
original de redamncys
traducción por lueaxwin
hermosa portada por peacexndgold
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—Genial.
Los ojos de Jacob se entrecerraron ante Embry. —¿Genial? —Repitió con sorna— ¿Es todo lo que tienes que decir?
—Jake, —advirtió Montana, colocando su mano en el bíceps de él.
El simple toque fue suficiente para detener sus pensamientos acelerados. La atención de Jacob se centró en los ágiles dedos que rozaban ligeramente su piel. El vello de su brazo comenzó a erizarse.
—¿Y esto definitivamente no ha sucedido antes? —preguntó Sam, hablando por primera vez desde que Montana les había contado lo sucedido.
Jacob exhaló fuertemente por la nariz en señal de irritación, presionando su espalda contra el mostrador. Montana, con mucho cuidado, le apretó el brazo.
Sam comenzó a moverse alrededor de la mesa, con las cejas fruncidas mientras continuaba. —¿Nada parecido?
Montana negó con la cabeza. —No. Salió de la nada.
La sala volvió a quedar en silencio.
Antes, los chicos habían estado sentados alrededor de la mesa, de bastante buen humor mientras merendaban magdalenas, hasta que una Montana muy nerviosa había llegado con Jacob. Embry había percibido que algo andaba mal desde el momento en que pusieron un pie en la casa de Emily, y no pasó mucho tiempo antes de que esa misma sensación se apoderara del resto de la manada.
Jacob estaba actuando prácticamente como su guardaespaldas personal, y no se había separado de ella ni una sola vez desde que entró en la casa. Le preocupaba cómo se tomaría el resto de la manada la información, y si sentirían que sus poderes desconocidos podrían ser una amenaza para ellos. Incluso si lo hicieran, no habría nada que pudieran hacer al respecto, ya que ella era la huella de Jacob, y él movería montañas para asegurarse de que no le hicieran daño. Pero de cualquier manera, él iba a seguir siendo cauteloso.
—¿Has podido hacerlo desde entonces? —Jared preguntó a Montana con curiosidad. Kim estaba de pie detrás de su silla, con sus manos colocadas cómodamente sobre sus hombros. Una de sus manos descansaba sobre la de ella, su pulgar frotando círculos suaves y reconfortantes contra su piel.
Montana volvió a negar con la cabeza. —No. Ni siquiera sé cómo lo hice en primer lugar.
—¿Cómo te sentías? —Preguntó Sam, deteniéndose en medio de la habitación— ¿Cuando lo hiciste?
Montana lo miró con inseguridad, tratando de recordar el salvaje despliegue de emociones variadas que estaba sintiendo en ese momento.
—Estaba... alterada..., —dijo—. Acababa de enterarme de lo que le había pasado a Harry. Y cuando llegamos a casa de Bella, Alice Cullen estaba allí. —Los chicos se pusieron notablemente rígidos ante la mención de la no-muerta—. Supongo que estaba enojada por ver a otro vampiro. Y luego Bella se iba con ella. Intentamos detenerlos, y Alice le puso las manos encima a Jake y yo sólo... fue... fue como si todo mi control se desvaneciera de repente. La empujé... y simplemente sucedió.
