The steps of falling in love

Aceptación

Desde la conversación con Seungmin, Hyunjin intentó salir del bucle de depresión en el que se había metido. Los demás aceptaron con alegria su
vuelta, que estaban asustados de no haber podido
llegar a él estos días.

Volvió a hablar con todos, incluyendo a Jeongin. Una
noche Jeongin se sinceró y le dijo con pena que
pensaba que lo había vuelto a odiar y no sabía qué
había hecho mal. Se abrazaron y Hyunjin le dijo
que no tenía culpa de nada. Era verdad. Aunque
todavía le costaba verlo sin sentirse inferior.

También volvió a dirigirle la palabra a Seungmin de
forma casual. Le daba miedo, porque no sabía lo
de menos que echaba las charlas y bromas
casuales con el mayor. Era obvio, pues seguía
teniendo sentimientos por él, quería ser conocido,
entendido y amado, pero no podía hacer nada más
que esperar a que, quizás, podría tener una
oportunidad en ese aspecto.

Por las noches, cuando estaba solo y no había otro
ruido que sus pensamientos es cuando peor lo
pasaba. Pensaba en todas las posibles salidas de
esta incertidumbre que tenía ahora encima. Se
centraba en las peores. Pensaba en las mejores
para irse a dormir.

Las noches que no podía más con su mente, salía y
se iba a la habitación de alguno de los chicos, no
queriendo volver a encerrarse en sí mismo. Y
realmente ayudaba. Sin embargo, algunas veces
tenía que salir de ahí para ir al baño y lavarse la
cara, porque ni en sus sueños su mente
descansaba.

En unas de esas noches se encontró al culpable por
el pasillo. Hyunjin apartó la mirada tan rápido
como identificó quien era y limpiándose las mejillas
huyó al baño.

Otra noche estaba en la sala con Changbin y Félix.
Los que más sabían del tema. Y Changbin decidió
finalmente preguntar.

Hyunjin. No tienes que responder si no quieres
pero, cómo van las cosas con Seungmin.

—Hablé las cosas con él —respondió seco.

—¿Y bien? —preguntó esta vez Félix después de un
silencio.

—Dice que no sabe.

—¿No sabe? ¿Qué no sabe?

—Está pensando si le gusto. O no.

Hyunjin rió por no llorar.

—Espérate, voy a hacerle pensar más rápido a la
fuerza —habló Changbin remangándose las
mangas y levantándose.

Hyunjin rió abrazando a Changbin para que se sentara de nuevo.

—No Changbin necesitamos todos los integrantes
—rió Hyunjin ahora encima de su amigo mientras
que este se removía para cometer un homicidio, de
broma obvio.

Hablando del rey de Roma, Kim Seungmin entró en la sala, viendo a Hyunjin encima de Changbin, que
abrazó a Hyunjin de vuelta.

—No amor, ves ahora nos han pillado.

Félix rió desde el sillón, Seungmin solo giró los ojos y salió de la sala.

A partir del día siguiente Seungmin empezó a
pegarse más a Hyunjin, desde toques en el brazo,
hasta abrazos por la espalda o ponerlo encima
suyo cuando se tenían que sentar.

Esto a Hyunjin lo hacía sentir en el cielo. Lo cual no
debería, porque hasta obtener una respuesta no
debería dejar que Seungmin lo tratara así. Su cerebro se sentía en contradicción, pero su corazón daba volteretas.

Finalmente pudieron volver a estar en la misma
habitación a solas sin que fuera incómodo, y oh,
cómo se sentía en esas noches en las que solo
estaban los dos en la habitación de Seungmin hablando de la vida, jugando o simplemente disfrutando de la compañía del otro.

Realmente lo ponían mal estas subidas y bajadas,
porque la noche que estaba sin él ya no le llenaba
igual estar en otro sitio.

Pero lo que no podía hacer era quedarse a dormir
con él, porque solo verlo durmiendo, tranquilo, le
recordaba que quizás esto es todo a lo que podría
llegar. No dormir abrazados, no ser echado de
menos si no estaba, no amor, segundo plato, o ni
eso, un plato más.

Paró de quedarse a dormir aquella noche que
Seungmin lo pilló llorando silenciosamente en su lado de la cama. El mayor se levantó y fue a abrazarlo.

—¿Cuándo? —preguntó Hyunjin en un susurro.

—No lo sé.

Y se durmieron abrazados, pero Hyunjin aún se
sentía frío. Estaba tremendamente enamorado de Kim Seungmin.