Otra vez estaba confinado con mis compañeros, esperábamos el momento, sudábamos y la tención era tan espesa, probablemente anti-bomba. La espera era lo más terrible ya que un movimiento de cualquiera desataría la jauría de canes de pelea para matarse hasta el final.
Yo no tengo experiencia peleando, ni siquiera músculos para intimidar tendré pocas, por no decir cero oportunidades. Siento la respiración y la aterradora presencia de la parca en mi espalda, soboreándome para su merienda nocturna.
- Oye - dijo jesus - ya entraste en razón? O tengo que ponerte en el camino correcto.
- Me dices que sacrificarás a la vaca antes de que te de crías?
- Solo digo que falta muy poco y si no te apuras a ti te quedará muy poco.Después de eso el silencio se apodero una vez más del lugar.
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¿Qué se puede esperar para los despojos?
Historia CortaEsta historia tiene varios elementos que al ser mencionados se pierde el encanto al momento de leerlo.