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Me desperté con una sonrisa en el rostro, por fin mi semana libre había comenzado, me costó un fin de semana entero en la playa con Daddy para convencerlo pero valió la pena.
Arreglé una pequeña maleta con todo lo que creía necesitar para relajarme por estos días, corrí con tanta suerte que Daddy se ofreció a alquilarme un auto para que disfrutara con tranquilidad, gracias al cielo Mommy me enseñó a conducir.
Dos horas conduciendo y siguiendo los distintos letretros, salí de la ciudad y me adentré en un lugar desconocido para mi. Todo se veía más tranquilo y eso me gustó, tal vez ese era el lugar. Conduje hasta un paraje para turista que se veía de buena calidad y bajé mi equipaje cuando apagué el coche en el estacionamiento del lugar.
- Bienvenida a Alabise. - Una amable rubia me recibió en recepción, era un lindo lugar de amplios pasillos y quede un poco sorprendida por el ostentoso oculto bajo la sencilla fachada. La chica pasó a registrarme en el lugar, pagué en efectivo tres noches en aquel hotel y subí a mi habitación con la ayuda de un chico de piel oscura muy atractivo, por cierto, quién dicho sea de paso, era el botones del lugar.
- Gracias, guapo. - Le guiñé el ojo con una sonrisa coqueta cuando le entregué la propina de veinte dolares, se sonrojó. No parecía tener más de 19 años, era tan jodidamente lindo.
Evalúe el lugar: Paredes color celeste casi blanco, un amplio ventanal con vista a un lindo paisaje semi urbano, donde un pequeño balcón te daba la libertad de admirar la vista desde afuera. La cama amplia con edredones blancos espumosos, un plasma en la pared y el aire acondicionado en su punto. Sonreí y suspiré, merecía esto
También, era el momento de prepararme. Le hablaría con la verdad a mi madre, no podía seguir viviendo en el mismo agujero cuando me encontraba movilizando unos miles de dolares al mes. Y esa charla sí que requeriría preparación.
11pm. Estaba lista para explorar el lado nocturno del lugar. Me tomé un breve momento de mi tiempo de relax para explorar el lugar, comí un helado en un parque que había cerca al hotel y observé los letreros de algunas tiendas que por ahí encontré.
- Señorita, tomé - Un sonriente chico con pantaloncillos de jean ajustados me tendió un papel que con gusto acepté. Era un volante de un club, de color negro completamente y con un ojo dorado en medio, la palabra NIRVANA escrita con una elegante letra, más abajo se leía "Libera tu yo interno, visita el Cielo por una noche, Sexo y Placer garantizados".
Eso sí que me llamó la atención.
Por eso marcaban las 11:10pm cuando estacioné en el lugar donde el volante decía, una discreta estructura de piedra color negra era lo que se encontraba. Cerré el auto, bajé un poco el pliego de mi falda negra, mis tacones chistearon cuando pisaron el asfalto pero aguantaron, el cabello suelto y revuelto, la blusa negra estilo corset dejaba ver suficiente de mi escote para no verme ni vulgar ni santurrona y mi labial rojo complementaba mi atuendo. Al acercarme vi una disimulada puertecilla la cual no tenía manija alguna así que opté por tocar ligeramente, todo para que se abriese un milímetro y un ojo me evaluara desde el interior, provocando un escalofrío en mi estomago que rápidamente bajó a mi vientre cuando el ruido de la música se intensificó, el portero me había abierto y yo entré sin pensarlo.
Me sentí empapada dos segundos después.
Asientos de cuero negro, látigos y cadenas, chicas y chicos en jaulas, amarrados con sogas o introduciendo vibradores por sus por sus partes íntimas, gente vestida, gente desnuda, algunos exhibían sus tatuajes y perforaciones, otros simplemente disfrutaban la vista, había unos que se encontraban tan ocupados en sus asuntos que no volteaban a mirar.
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●○Sweet Candy○● SEX HARD 1
Romance◇De todos los placeres de la vida, el que más he disfrutado es el sexo. ◇A veces, esa palabra asusta a algunas personas, pero solo a los que no se atreven a mirar un poco más allá. ◇ A mis veintiún años he disfrutado del sexo y también he hecho que...