Capítulo 66

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YOONGI


Cierro la puerta del auto con fuerza y me mantengo en silencio observando la lejanía un par de segundos sin saber cómo reaccionar. Me paso la mano por el cabello con frustración y tiro de mis hebras mordiendo mis labios con fuerza casi hasta tornarlos blancos. Hay un pequeño dolor pero no me desagrada.

Me relamo lento sintiendo todavía el sabor de la boca de Jimin contra la mía. Su suave piel bajo la palma de mis manos y su agitada y aguda respiración chocando con la mía. La forma en la que se estremeces cuando lo toco, sus ojos brillantes, el rubor que se va extendiendo por sus pómulos haciéndolo lucir adorable. Tan magnifico, hermoso.

¿Con que derecho puede ponerme así?

Y me siento tan jodidamente confundido, ¡es una mierda! Llegue dispuesto a jugar con él, torturarlo de las peores formas posibles hasta finalmente matarlo, embarrarme de su sangre y joderme su maldito cadáver hasta que se pudra y no me sirva más.

¿Y ahora?

—Estas jodido, Min. –Me burlo de mí mismo negando con la cabeza.

Ahora simplemente quiero tomarlo de la mano y aferrarme a su cuerpo para no soltarlo jamás. Quiero pegarme a sus labios y hacerlo mío sintiendo su calor. Amanecer desnudos, tenerlo para mí y solo para mí. Que no pueda voltear a ver a otro hombre porque el único que necesitara seré yo, cogerlo de la cintura e irlo a empujar contra la pared y volverme a saciar de sus adictivos labios. Y todo estando ambos vivos, latentes en la tierra, lejos, en una realidad donde simplemente seamos él y yo. Y nadie más.

Suelto un bufido y prendo el auto para finalmente dirigirme al hotel en el que me estoy hospedando. Mi cabeza es un revuelo de rabia pero debo contenerme un poco. Cuando llegue me dije a mi mismo que le daría dos oportunidades antes de explotar y eso no sería nada bueno para él, ni para mí, ni por la tercera persona involucrada.

Pero, conociéndolo, no me extrañaría que fuera a chillar de dolor al mismo tiempo que se estaría revolcando de placer pidiéndome más. Tan masoquista que es encontrando el gusto a que lo corten, sea drenado, lo tomen de forma agresiva y le dejen el cuerpo un desastre de marcas salvajes y rudas.

Si no fuera tan idiota ni tan necio y me obedeciera, no dudaría ni dos veces en probablemente dejarme caer ante él. Me encanta su cuerpo. Si. Es precioso, también. Masoquista, mucho. Y pese a todo no lo amo. No funcionaria. Ya estamos suficientemente jodidos como para meter los sentimientos de por medio. Como si los celos enfermizos no fueran ya suficientes.

Park Jimin tu pareja. Rio inevitablemente de tan solo pensarlo. Patético.

Desvió la mirada a la ventana unos segundos observando a las personas pasearse en las banquetas y cruzar las calles. Todos lucen tan… normales. Tan felices. Sencillos. Muy mundanos.

Algunas veces no puedo evitar pensar como hubiese sido todo esto si fuese “normal” Jimin y yo siendo dos simples estudiantes. El uno muy carismático y alegre y yo uno callado y frívolo, ambos seguramente enamorados, viviendo una escolaridad normal. Ir a su casa para estudiar juntos y cenar con su madre sin que acabe en una masacre. Que me observe con sonrisas y no con miedo. Que nuestras rondas de sexo sean simplemente intensas sin sangre, azotes y dolor de por medio. Donde los castigos sean dejarlo en abstinencia y no torturarlo. Donde la más grande amenaza sea “cortamos” y no un “voy a matarte”

Joder, no, ¡Que aburrido! Yo quiero abrir su linda piel y hundir mis dedos en las heridas para sentir su caliente carne muscular bajo la yema de mis dedos. Me he planteado necrofilia si se trata de él y de su cuerpo pero he llegado a la conclusión (después de varios rodeos en ese aspecto) que eso no funcionaría en lo más mínimo.

INNOCENT - yoonmin [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora