love potion, descendants au ¹

i. gift

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L O V E    P O T I O N

! regalo ─── ʚĭɞ

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Una hermosa adolescente se encontraba mirando perdidamente hacía la ventana mientras un hombre le hacía medidas para un vestido que usaría más pronto de lo que esperaba.

Su hermano se encontraba sentado mirando todo y viendo como su hermana parecía estar en su propio mundo, riendo al ver como al hombre se le dificultaba un poco el tomar medidas al no poner de su parte.

─¿Crees que sea buena idea? ─dijo la chica, luego de tanto estar callada entre sus pensamientos─. Mamá podría desmayarse y no quiero causarles dolores de cabeza, ya bastante tienen con la coronación.

─Y la cual te niegas a asistir ─agregó Ben, recibiendo una mirada seria de su hermana─. Lo entenderán, hice.. algunos arreglos antes de que pidas tu regalo, les lavé un poco el cerebro ─bromeó sacandole una pequeña sonrisa.

Stella volvió a ver la ventana, fijandose en la Isla que se situaba a lo lejos. La Isla de los Perdidos, donde todo villano estaba encerrado, incluyendo a sus hijos.

─Sólo espero que no se salga de control, juro que el estrés se hará parte de mí.

─Si algo pasa lo solucionaremos ─la apoyó, levantandose fue a parar a unos metros de su hermana─. O mejor deja que yo solo lo solucione, solo preocupate porque el vestido no se rompa o te caigas frente a todos.

─Ja, ja, que gracioso.

Unos pasos los interrumpieron y vieron como sus padres entraban en la habitación donde el hombre seguía con su trabajo.

─¿Cómo puede ser que vayas a ser coronada Reina en un mes? ─dijo su padre, Stella sonrió algo nerviosa─. ¡Eres una bebé!

─Cumplirá dieciséis, querido ─le dijo Bella.

─Qué sorpresa, ni yo me la creo ─Stella soltó una risa, notoriamente nerviosa.

─¿Dieciséis? ─siguió su padre, incredulo─. Es muy jóven para ser Reina. Yo no tomé una buena decisión hasta que tuve cuarenta y dos.

Bella lo miró fingiendo estar ofendida─. Decidiste que nos casaramos a los veintiocho.

─Eras tú o una tetera, amor ─el pade guiñó un ojo a sus hijos y ambos rieron─. No es cierto.

─Ya que estamos aquí.. necesito contarles algo ─quiso dar un paso pero el hombre la detuvo─. Oh, lo siento ─dió un suspiro y volvió a su sitio, mirando a su hermano este le asintió dandole apoyo─. Ya sé cual será mi primer regalo y mi primer proclama oficial ─ambos padres sonriendo y Stella se dió ánimos a sí misma─. Decidí que los chicos de la Isla de los Perdidos ahora podrán.. vivir aquí en Auradon.

Sus sonrisas desaparecieron en un instante y Bella ya pudo sentir como se le bajaba la presión. Stella miró a su hermano con miedo, pero este le sonrió diciendole que siguiera.

─Cuando miro hacía la Isla siento que fueron abandonados.

─¿Los hijos de nuestros enemigos? ¿Entre nosotros? ─Bestia pareció no poder creerlo, más bien, quería no poder creerlo─. Ahora entiendo porqué tu hermano nos hablaba tanto de esa isla.

Ben frunció los labios, formandolos en una linea recta.

─No te enojes con él ─se apresuró a decir y mintió con tal de que su hermano no estuviera involucrado─, yo fui la que planeó todo y lo obligué. Pero sólo serán algunos al principio y prometo que tendré todo en orden, por favor.

─No dejaré que esa gente pisé Auradon ─dijo con firmeza su padre, pero fue detenido por Bella.

─Yo te dí otra oportunidad ─lo sostuvo del brazo y miró a su hija, mandandole unas de sus miradas cálidas y comprensibles─. ¿Quiénes son sus padres, linda?

─Cruella de Vil ─inició y ya pudo ver como su padre hacía muecas─, Jafar, la Reina Malvada.. y Maléfica.

El hombre jadeó dejando caer su libro de anotaciones al oir ese último nombre, el peor de los cuatro y de todos los otros villanos en general.

─¡¿Maléfica?! ─gritó su padre, Ben se colocó a un lado de su hermana y la sostuvo de la mano, dandole su apoyo─. ¡Ella es la peor villana que existe!

─Papá, escuchala ─intentó razonar Ben.

─No quiero escuchar ni una palabra más ─lo interrumpió y volvió hacía su hija quien se mordía los labios─. Son culpables de crimenes horribles.

─Lo sé pero sus hijos no tienen nada que ver.. solo.. ¿no crees que tenían una mejor vida?

Bestia miró a ambos hijos, sin saber qué decir al respecto. Miró a su esposa y Bella asintió luego de unos segundos, tal vez sus hijos tenían razón y merecían una oportunidad.

─Supongo que los hijos son inocentes.

Stella suspiró de alivio y sonrió, agradecida. Su padre se empezó a alejarse y su madre fue hacía ella, acariciandole la mejilla y acomodando el traje de Ben.

─Bueno, bien hecho ─les sonrió a ambos y ellos correspondieron─. ¿Nos vamos?

Ambos padres volvieron a irse y Stella dejó salir un suspiro muy audible, sin darse cuenta de que contenía la respiración cada tanto por el miedo.

Ben la abrazó de lado, emocionado al ver que todo salió bien. Stella dejó salir una risa, mucho mejor que antes.

─Te lo dije ─le dió unas palmadas en su hombro y ambos se aproximaron a la ventana.

─Al parecer hasta el hombre se asustó ─dijo al no verlo─. Que bien, no tendré que estar una hora parada.

Ambos rieron y su mirada quedó fijamente en la Isla, esperando estar preparados para lo que lograron.