Darte tranquilidad [Editando]

El hermano menor de mi mejor amiga. 1/2

La situación cambió de repente.

Ese día, Lisa fue a casa de su mejor amiga a recoger el vestido de noche que le había prestado unos días antes.

Desafortunadamente, justo cuando salió de casa, empezó a llover y el agua dejó marcas en todo su cuerpo.

Su amiga le dijo por teléfono que estaba en casa y que simplemente tenía que llamar al timbre cuando llegara.

Cuando Lisa llegó a casa de su mejor amiga y llamó a la puerta, un hombre alto abrió la puerta.

Lisa reconoció a Jeon Jungkook, el hermano de su mejor amiga.

Hacía mucho tiempo que no lo veía y casi no lo reconocía.

Pero estaba más guapo y alto que antes, y los ojos de Lisa se iluminaron al verlo.

Jungkook acababa de terminar de hacer ejercicio. Estaba sin camiseta, con los abdominales brillantes de sudor y las piernas cubiertas con pantalones deportivos.

Lisa se ruborizó al verlo y tartamudeó: "Jungkook, estoy buscando a Jisoo."

Jungkook la miró y lentamente desvió la mirada hacia su pecho mojado.

Acababa de llover, así que probablemente estaba empapada.

El contorno de su sujetador negro se veía debajo de la camisa blanca. Tenía unas piernas largas y rectas debajo de la minifalda. Gotas de agua caían de sus piernas mojadas al suelo.

Su rostro hermoso y inocente mostraba una expresión de confusión. Al ver esto, la imaginación del hombre comenzó a volar.

Jungkook asintió con la cabeza y se apartó diciendo: "Pasa."

Cuando Lisa pasó por delante de él hacia la puerta, notó la emoción en los ojos del hombre, como si fuera una mirada lasciva de un animal acechando a su presa.

Vaciló por un momento, pero al levantar la vista y ver el hermoso rostro de Jungkook, retrocedió un poco y siguió caminando bajo su mirada salvaje.

Por un instante, pasó por su mente una escena inapropiada de una película para adultos y deseó que algo similar sucediera.

Después de todo, estaba empapada de pies a cabeza, incluso su ropa interior estaba mojada, pero no sabía si era por la lluvia o...

Lisa entró en la sala de estar y se sentó en el sofá.

Jungkook le entregó una toalla y con voz ronca le dijo: "Sécate el cabello."

Lisa lo miró fijamente por un momento. Su postura era elegante y su perfil era muy fuerte y masculino cuando miraba hacia abajo. Ya no era el Jungkook de hace cuatro años, ahora tenía una elegancia y una masculinidad.

Extendió la mano para coger la toalla, pero debido a los nervios, se le cayó al suelo.

Lisa pareció escuchar a Jungkook reírse levemente con resignación, luego se inclinó para recoger la toalla que había caído cerca de su tobillo.

Jungkook recogió la toalla, levantó la cabeza y vio sus piernas blancas ligeramente abiertas.

Las piernas de Lisa eran la mayor tentación para Jungkook, recordaba a menudo masturbarse en su adolescencia por estas bonitas piernas.

Pero en ese momento, Lisa inconscientemente juntó las piernas, y las gotas de agua que aún no se habían secado resbalaban por sus muslos hasta sus delicados tobillos.

Jungkook nunca había cuidado a una mujer antes, no sabía qué estaba pasando, así que tomó la toalla y secó las gotas de agua que caían en su tobillo.

Este gesto tomó por sorpresa a la sensible Lisa, quien se movió hacia atrás.

Jungkook sonrió ligeramente, con la comisura de los labios hacia arriba, y luego agarró el tobillo suave y blanco de Lisa con su mano áspera y cálida.

Su voz era profunda, oscura y sensual: "No te muevas, voy a ayudarte a secar tus piernas."

"No, no, Jungkook, no es necesario, puedo hacerlo yo misma", Lisa luchó inconscientemente por un momento.

Aunque, para ser honesta, realmente le gustaba su tacto.

Su mano era grande y su piel áspera. Su mejor amiga Jisoo le había contado que su hermano Jungkook había ganado varias veces competencias de boxeo. En ese momento, ella se preguntaba cuán poderoso y fuerte debía ser para convertirse en campeón de boxeo.

Mirándolo hoy, Lisa sintió que Jungkook ya no era lindo, se había vuelto más guapo, poderoso, y parecía tener electricidad en sus manos.

Simplemente agarrando su pequeño tobillo de esa manera, podía hacer que su ropa interior se mojara casi por completo.

Ay, qué vergonzoso...