21 ִֶָ 𖥻 𝗸ook𝗺in

🎟 ٫ ໋─𝟎𝟔

—Taehyung por favor.

—Que no.

—Tae, por favor.

—No, Jimin, no.

—Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por fa-

—¡No te voy a cambiar mi puto boleto con el veintiuno sólo porque a ti te salió quince, Jimin!

—Pero Tae

—Jimin —interrumpió el mayor, tomando de los hombros a Jimin y mirándolo serio— por un día que no beses a Jungkook no pasa nada, no siempre te va a salir veintiuno.

—Pero tú tienes un veintiuno— hizo un puchero y luego miró su boleto— yo quince. Por favor.

—¿Cómo sabes que yo no quiero cambiarlo con alguien? —preguntó Taehyung, alejándose.

—No te atreves, ya te ha salido varias veces el veintiuno y no haces nada. Mejor dámelo Tae, ándale —siguió rogando a su amigo.

—Bien —suspiró y alzó su mano hacia Jimin con el papel rojo en ella— toma.

—¡Gracias, gracias! —exclamó el menor y abrazó fuertemente a Taehyung, feliz porque besaría a Jungkook otra vez.

Rápidamente caminó hacia dentro de la universidad, buscando entre toda la gente a aquel chico de rizos suaves. Cuando lo encontró con su amigo de nuevo, sonrió y caminó hacia él.

—Kookie —habló y éste volteó, mirándolo con una pequeña sonrisa en sus labios.

Jimin le mostró su boleto y sonrió aún más. El mayor miró el pequeño papel y luego subió a mirada a los labios gruesos y rosados del otro, se acercó y lo tomó la cintura acercándolo lo más que podía. Caderas juntas, pechos juntos, labios juntos, de nuevo, como tanto les gustaba hacerlo.

La mayoría de las personas los miraban con curiosidad, preguntándose si ya eran novios o algo por estilo, otras los ignoraban y unas pocas los miraban con desagrado o asco, lo cual... no les importaba. Realmente nadie tenía porqué sorprenderse, era sólo un beso, normal.

Cuando se separaron con un chasquido, Jungkook lamió sus labios y suspiró.

Y una vez más, Eunwoo se sentía mal tercio.

—Es tanta suerte la que tienes de que te salga veintiuno en la mayoría de tus boletos, Minnie— mencionó el rizado mirando al otro.

—Mmh, bueno...—comenzó a decir Jimin nerviosamente— Así que tú digas mucha suerte, pues no tanta, Kookie.

Jungkook frunció el ceño— Claro que tienes suerte.

—No, es que... yo sólo quiero besarte —susurró tímido y bajó la mirada sonrojado.

—¿De qué hablas, Jimin? —preguntó Jungkook también susurrando, esa conversación ya era sólo de ambos.

—Ayer me salió veinte y hoy quince, sólo que hoy le rogué un montón a Taehyung para que me cambiara su boleto con el veintiuno y lo hizo.

Jungkook hizo un gesto de ternura y sonrió, llevando sus manos a las mejillas rojitas del menor.

—Aunque no tuvieras veintiuno te hubiera besado Jimin, como ayer, ¿te acuerdas?

—Pero ayer yo fui quién te besó porque no me aguanté.

—¿No te aguantaste? —Jungkook rió levemente rozando la punta de su nariz con la de Jimin.

—Sí, tú sólo hiciste que te besara porque sí. Yo no iba a hacerlo porque no era justo pero tú me hiciste hacerlo porque te acercaste mucho a mí y me dijiste que querías besarme y yo también quería, pero-

—Hey, hey, Minnie, tranqui —habló suavemente mirándolo con cariño— te entiendo, tranquilo.

—Pueden... sólo —se escuchó la voz del castaño interrumpiéndolos. Ambos lo miraron atentos— ya saben, dejar de ser tan... así. Me hace sentir solo.

—No, Eunwoo —Jimin se separó de Jungkook y caminó hacia Eunwo, mirándolo triste— No estás solo, no digas eso —negó con la cabeza y se acercó un poco más, abrazándolo levemente— Si quieres puedo darte mi boleto del autobús para que lo cambies por un beso de quien quieras.

Jungkook murió de ternura.

Y Eunwo quiso llorar.

Jimin era la persona más bonita del mundo, no tenían duda.