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—Oh, Dios. ¡Me quiero venir! ¡Por favor, déjame venirme, por favor!—lloró Sungchan, empujando sus caderas en la mano de Shotaro para después gemir cuando su mano se retrajo.

Shotaro solo sonrió, acariciando con su dedo el miembro de Sungchan.

—Vamos, bebé. Sólo unos minutos más—le mostró el temporizador que marcaba las 10:53. Mierda, llevaban haciéndolo 11 minutos, y Sungchan sentía que estaba a punto desmayarse.

Sintió unos toquesitos en su mejilla, a duras penas notó a Shotaro preguntando por su color.

—V-Verde.

La mirada de Shotaro era tan fuerte que hizo sentir pequeño a Sungchan.

—¿Estas seguro, bebé? Podemos parar si quieres.

Sungchan gimió de nuevo sacudiendo su cabeza. Dios, no. Si paraban, él nunca podría venirse.

—¡E-Estoy bien, hyung! Solo, oh por dios, mierda, quiero venirme, ¿puedo?

—Lo siento, cachorrito. Realmente quiero dejarte pero, ¡Jaemin va a ganarnos!—Sungchan apretó los dedos de sus pies cuando la mano de Shotaro envolvió su miembro otra vez—Jeno alcanzó un total de 23 minutos y yo sé que mi cachorrito puede hacerlo mejor, ¿no crees?

¡Mierda, mierda! Oh mierda, el nunca pidió ser parte de su estúpida apuesta. Shotaro estaba tan agradecido de que Sungchan lo amara.

—Si, amo—¿cómo carajos Jeno duró tanto?

—No te preocupes, bebé. El tiempo pasa rápido cuando te diviertes, ¿hm?—¿divertirse? Jesús, esto está muy lejos de ser divertido para Sungchan.

—¡Mierda!—jadeó, giró sus ojos cuando "accidentalmente" Shotaro metió dos dedos dentro de él.

—Upsi.

Lo ha estado haciendo por un buen tiempo, cada vez que el temporizador marcaba 30 segundos, él lo hacía para sacarlo más de quicio. O, tal vez lo hacía para hacerle saber el tiempo, mierda, nunca lo sabría. No podía pensar, su cabeza estaba borrosa. Los dedos de Shotaro se curvaron a la perfección dentro de él y quizo morir.

—Por favor, ¡por favor, amo!—lloró cuando sus manos abandonaron su cuerpo otra vez. Era una tortura.

La mano de Shotaro volvió a su muslo, tan cerca pero tan lejos. El calor de su mano lo volvía loco y estaba tan tentado de tocarse a sí mismo. Dios, que se joda todo. Él era tan malditamente malo aguantando su semen, Shotaro y él lo sabían. Shotaro estaba tan determinando en ganar esa apuesta y Sungchan ni siquiera sabía el por qué. Él nunca pensó que su novio fuera del tipo competitivo.

—¿Bebé? Mírame—Sungchan miró a Shotaro, quien le dio una cálida sonrisa. Jesús, estaba cayendo de nuevo. Después dejó un beso en su frente—. ¿Estás bien si hacemos el juego un poco más difícil?

¿Difícil? ¿Qué carajos estuvieron haciendo en los últimos 12 minutos? ¿El modo fácil?

—¿M-Más difícil?

—Sí, amor. ¿Estás bien con eso?

Bien, tenía que pensar en los pros y contras. Pro, tal vez el tiempo pasaría más rápido y en un parpadeo habrán pasado los 23 minutos. Contra, eyaculará y tendrá que hacerlo todo de nuevo. Pro, se sentirá tan jodidamente bien si Shotaro lo folla. Contra, cómo carajos va a aguantar su semen entonces. Mierda, oh mierda, ¿por qué Sungchan se sintió tan caliente de repente?

𝐛𝐞𝐭 »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora