V

2.7K 226 52
                                    

La habitación de Jimin olía a cerezas con chocolate, mezclándose con una pizca de caramelo y otro poco de durazno.
Habían llegado después de un desastroso recorrido, incluso habían tropezado varias veces en la escalera, hecho que les había sacado bastantes risas entre besos húmedos y profundos.

Justo ahora el aire se sentía pesado, cargado de las más exquisitas feromonas y lleno de respiraciones agitadas. Las paredes resguardadas con resuellos, gemidos y jadeos, tan caliente y húmedo que era incluso difícil el respirar.
Cuerpos húmedos, calientes y desnudos, toques de piel con piel que ardían y dejaban a su paso la ferviente necesidad de tocar más, mucho más. Saciar la lujuria que nublaba sus sentidos y ponerle fin a ese incesante juego previo que se había alargado más de lo previsto.

Taehyung se sentía abrumado ante tantas sensaciones acumuladas, el placer que sentía comenzaba a dejar estragos en él, mismos de los que Jimin comenzaba a aprovecharse.

Sentir su boca húmeda, con ese característico sabor a cereza lo tenía en la punta del delirio.
Taehyung estaba adorando la manera en la que Jimin se adueñaba de sus labios; de forma dura, insistente, sin darle espacio ni oportunidad para liderar el beso, desde el inicio había sido así.
Jimin tenía el control, y Taehyung estaba gozando tanto de cómo Jimin dejaba sus piernas temblando con un simple roce duro de labios, no tenía tiempo para pensar siquiera en pedirle ser él quien llevase el control de todo.

Jimin suspiró pesadamente sobre sus labios antes de alejarse de él, sólo un poco, manteniendo sus frentes unidas y tomando una mejor y más cómoda posición sobre su regazo.
Taehyung, aún un poco tembloroso por el reciente beso, le sostuvo por la cintura, dando leves y parsimoniosas caricias que buscaron tranquilizar el desbocado latir de su corazón, sin embargo, Jimin no se lo permitió y en cambio, le empujó suavemente hasta dejarlo acostado sobre el colchón, con él aún encima.

—J-Jiminnie... —cual vaho en el frío, sus suspiros tintaron el húmedo aire que habían formado.

Dando de lleno sobre los labios de Jimin. El pelinegro le observó con ternura y una pizca de malicia antes de bajar por su regazo, restregándose en él todo lo que pudo, tocando con sus pequeñas y suaves manos su pecho; rasgando levemente el mismo con sus uñas.

Taehyung suspiró y retuvo el aire en sus pulmones cuando Jimin, con una lentitud que torturaba, se encargó de acariciar su abdomen, lamiendo toda porción de piel expuesta hasta llegar a su entrepierna.
Y tan impredecible como era Jimin, sin ninguna clase de aviso o advertencia previa, tomó su pene entre sus manos, dando un sutil beso en la punta.
En ese momento, Taehyung maldecía el hecho de que Jimin fuese de esa manera, pues sabía que pronto comenzaría a experimentar uno de los placeres más inquietantes y delirantes que no estaba seguro de si podría soportar.

Jimin rio bajito, sonando dulce y animado, mas no mucho después, dio una profunda y lenta lamida a toda la extensión.
Sintiendo a Taehyung tensarse casi de inmediato, las manos del castaño terminaron en sus cabellos, dando leves caricias que lo incitaron a seguir, sonriendo una última vez antes de meter completamente el pene de Taehyung a su boca. El gemido que el castaño soltó, sólo lo animó a seguir con ello, abarcando con una de sus pequeñas manos la base de la misma, dando caricias lentas.

—Mi bebé —Jimin murmuró agitadamente, separándose sólo un poco del pene de Taehyung—. ¿Se siente bien lindo?

—M-Minnie... es-espe-... ¡ah!

Taehyung odiaba el hecho de que acababa de descubrir cómo terminaba gimiendo ante el más mínimo toque. Jimin estaba excelente con ese caliente hecho, pues no muchos alfas estaban dispuestos a dejar de lado sus inhibiciones dentro de la cama y entregarse al placer por completo, así que agradecía que Taehyung fuera... especial.

dominante •kth+pjm•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora