Agárrame fuerte.
Deja la marca de tus dedos en el dorso de mi mano,
que se tatúe en mi piel el recuerdo de tu tacto,
que el calor de tus manos entre por mis poros
y poco a poco pases a formar parte de mí.
Une con caricias los lunares de mi espalda,
uno a uno,
formando constelaciones.
Constelaciones que solo existen aquí,
ahora,
en el universo de nuestros cuerpos,
que aunque no celestes,
actúan en perfecta armonía.
Quedémonos a vivir en este instante.
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Cara y Cruz
PoesíaSentimientos positivos, sentimientos negativos, dos caras de una misma moneda