10 | Noche

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Si los días tuvieran sentimientos definitivamente el día estaba deprimido, desde que amaneció no hubo ni una pisca de sol, parecía que el día se estaba encargando de poner aún más triste al bicolor.

Axozer era una persona que sobre pensaba mucho las cosas, así que desde que empezó a salir con Karchez cada noche se ponía a pensar si merecía ser feliz con la persona que más quería, ¿merecía felicidad en su vida?, quizá, quizás no, él se había acostumbrado tanto a tener varias desgracias seguidas que el estar con Karchez, en algo más allá que la amistad, se le hacia muy difícil de creer o quizá Karchez solo estaba con él por lástima o quizá salir con él era una ridícula apuesta, no estaba seguro, su cerebro lanzaba cada idea que cada noche que pasaba las lágrimas se hacían presentes.

La noche ya había caído, el bicolor se encontraba solo en su casa ya que su madre había salido, le había dicho que no se preocupara si no regresaba temprano ya que a la reunión de trabajo a la que iba tenía altas probabilidades de terminar bastante tarde.

Después de cenar, se dirigió a su habitación para poder dormir, se acostó en su cama y como era costumbre empezó a llorar, tal vez su vida no era la peor pero de solo pensar que el peli plateado se iba a marchar de su lado por X razón lo hacia sentir triste.
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Un ruido en su ventana hizo que despertará abruptamente, era muy asustadizo, supuso que el sonido se debería tratar de algún insecto o algo parecido, volvió a cerrar los ojos cuando el sonido e antes se había vuelto presente de nuevo, abrió los ojos con algo de dificultad ya que los tenía todos hinchados por llorar tanto y se dirigió a la ventana, la curiosidad lo mataba y necesitaba saber que era ese ruido que había sonado nuevamente.

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Odiaba las noches cuando no podía dormir, gracias al cielo no pasaba tan seguido pero cuando sucedía era lo peor. El heterocromatico se levantó lentamente de su cama y se dirigió a la cocina, encima que no podía dormir le había dado hambre. Mientras comía comenzó a pensar en el bicolor ¿Será que él si está durmiendo? Nunca lo sabría o bueno si quizá iba ahorita a la casa del menor lo descubriría.

Tomó su chaqueta, pues a las dos de la mañana acostumbra a hacer frío, y dejó una nota a su madre por si acaso. Salió de casa y se dirigió a la casa de Axozer.
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Ya había llegado, el problema es que no había pensando en cómo entrar, de las pocas veces que había ido a la casa de Axo, Sara, la mamá del chico, lo había recibido muy bien y ahora despertarla a las 2:25am como que no era muy amable de su parte. Camino para rodear la casa y se dirigió a la parte trasera de esta, agarró una pequeña piedrita que estaba en el patio y la lanzó hacia la ventana.

Probabilidad de que Axo escuche la piedra=0%
Fe=100%

Lanzo otra piedrita con la esperanza de que si la escuchara pero no pasó nada, la tercera es la vencida así que decidió lanzar otra cuando vio al bicolor asomarse.

"!!Eyy Axo!!" grito bajito para no despertar a nadie, lo que el no sabía es que no había nadie en la casa aparte de Axozer, por que si, la madre seguía en cosas del trabajo, madre soltera intentado dar una vida digna a su hijo requería sacrificio.

"¿Qué haces aquí?" escucho que le pregunto el dueño de la casa, la verdad solo había venido porque no podía dormir y creyó que al estar con él, el insomnio se le iría.

"¿Acaso no te puedo visitar?" le pregunto mientras soltaba una pequeña risa, la pregunta tendría sentido si no fueran las 2:30 de la madrugada.

"Si, pero a una hora normal, ¿no crees?, ven al otro lado que te abro la puerta" dijo el bicolor mientras desaparecía de la ventana.

"En serio no comprendo que haces aquí" dijo el menor cuando ya se encontraban dentro de la casa.

"Shhh baja la voz, no quiero que tu madre me regañe" le susurro Karchez, pues la verdad no le apetecía levantar a alguien a estas horas.

"Que va, aun no llega del trabajo..." dijo Axo en un tono que aunque no quisiera demostraba tristeza, sabía que su madre se esforzaba pero a veces le gustaría que su madre estuviera más en casa, pues no era la primera vez que ella llegaba muy tarde a casa.

"...Pero bueno, ¿Quieres algo de comer?" dijo entrando a la cocina mientras encendía la luz de la cocina, ya que por el momento todo estaba oscuro.

"¿Oye, estas bien?"

La luz había sido encendida por lo cual al fin podían distinguir sus caras, el mayor noto como Axo tenía los ojos hinchados, como si hubiera estado llorando, eso solo preocupo al mayor.

"Ehh si si estoy bien, ¿Por qué no lo estaría?" dijo algo nervioso, había olvidado por completo el cómo se debía de ver después de haber llorado toda la noche.

Los nervios lo delataron completamente y el heterocromatico se dio cuenta que lo que estaba suponiendo era verdad. No dudo ni un segundo y procedió a darle un abrazo.

"¿Tranquilo si? Sea lo que sea que estés pasando, voy a estar para ti ¿ok?" dijo mientras con una mano le hacía mimos en el pelo y con la otra lo seguía abrazando.

"Gr-gracias" dijo en un pequeño sollozo, pues puede que se encontrara llorando nuevamente por las palabras que le acababan de decir.

"Ven, vamos a dormir" dijo Karchez, para luego tomarlo de la mano e ir caminando juntos hasta la habitación del bicolor.

"¿Oye Karchez, tú me quieres?" Preguntó el bicolor, estaban a punto de volver a dormir pero necesitaba aclarar eso.

"Obvio que te quiero." dijo casi en un grito, sabía la situación del bicolor de sobre pensar las cosas así que con esa pregunta supuso que era esa inseguridad la cual lo tenía triste.

"No dudes de eso ¿ok?" dijo mientras le daba un pequeño pico.
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A la mañana siguiente, el mayor despertó primero, sonrió al ver como Axozer dormía tranquilamente sobre su pecho mientras lo abrazaba, tenía hambre, así que decidió levantarse con sumo cuidado de no despertar al bicolor.

"Hola, buenos días Karchez" pronunció la madre de Axozer al ver al otro bajar las gradas, ya se conocían y la verdad era que ella estaba agradecida de que su hijo encontrará a alguien que lo hiciera feliz, además que había notado que Karchez era un excelente chico, así que desde que Axo se lo presentó, no dudo en tratarlo como otro integrante de la familia.

"Buenos días Sara" respondió amablemente el saludo que le daba la madre del otro chico, se podría decir que ambos tenían una buena relación así que no había problema en que el se quedará a dormir.






Karchez y Sara se encontraban en la cocina, ella se había ofrecido a hacerle algo de desayuno, lo cual el otro intento negar diciendo que él lo iba a hacer pero fue en vano.

"Y cuéntame Karchez, ¿Cuál es la historia para que despertarás en nuestra casa?" Preguntó la rubia, tenía curiosidad ya que casi siempre era al revés, axo dormía en casa de Karchez.

"Pues Axo me invitó a ver algunas películas y se me hizo muy tarde así que me insistió en que me quedara a dormir" no tenia la valentía de decirle que había llegado a las 2 de la mañana a su casa.

"¿No hay problema verdad?" añadió a su oración, cierto que tenían una buena relación, pero tampoco era plan sobre pasar la confianza que tenían.

"No, no, no hay ningún problema, tampoco es como si hubieras venido a las dos de la mañana" respondió la chica mientras ambos se reían.

¿Alguien le dice que literalmente llego a esa hora?

-Soph

ʜᴇʟᴀᴅᴏ ᴅᴇ ᴜᴠᴀ | KarzerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora