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Roseanne estaba extrañada.

La presencia de Jennie no se hacía notar por ningún lado, siendo que ésta era bastante puntual en varios sentidos y uno de ellos era su llegada al salón.

No es que le importase en gran grado lo que hiciera Jennie o no, pero simplemente se le hacía extraño o ajeno a la normalidad de Jen.

Ella siempre se sentaba frente suyo, le hablaba de la vida, de libros que leía, le decía tantos halagos hermosos que por más de no demostrarlo, se quedaba escuchando a Jennie con toda la atención del mundo.

Y era tan raro no verla cerca.

Roseanne podía verse hasta desesperada por buscar a Jennie con la mirada, pero nada, ésta no aparecía.

Igualmente le preocupaba, quizá Jennie se sintió increíblemente mal y no quiso asistir a la escuela por sus palabras del día anterior.

"Maldita imbécil, ¿Qué no ves lo que logras? Quizá no vino a la escuela por tu culpa". Se dijo a sí misma.                    

Jennie, moviendo sus dedos entre sí nerviosamente, se acercó al grupo de Kim Jisoo

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Jennie, moviendo sus dedos entre sí nerviosamente, se acercó al grupo de Kim Jisoo. Éstas estaban fuera del salón esperando por el maestro, para que una vez llegase pudieran entrar.

Se sentía un pollito frente a esas cuatro chicas. Estaba nerviosa.

—Ho-Hola... —saludó, tocando el hombro de una de ellas.

Así volteó Im Nayeon con una expresión divertida, al ver a Jennie sonrió con una pizca de ternura porque todos en la clase sabían que Jennie era la chica más cursi, con los poemas más lindos para decir, que había entre los alumnos.

—Jennie, hola —saludó.

Luego de ello, las otras miradas de las restantes se posaron fuertemente en ella.

—¿Cómo está tu día?

—Uhh, bien, gracias por preguntar —rascó su nuca nerviosa.

—¿Qué se te ofrece, Jen? —habló la siguiente, Bae Irene, quien con esa profunda mirada con unos ojos de tonalidad verde, hicieron que Jennie se intimidara.

—¿Me pueden ayudar? —intrigó con un sonrojo.

—A ver si podemos —agregó Manoban Lisa.

—Q-Quiero convertirme en algo... —el grupo frunció el ceño— D-Digo, yo soy una perdedora demasiado cursi para enamorar a mi crush, a ella le gustan las chicas como... Como ustedes al fin de cuentas. Quiero ser como ustedes.

—¿Somos especiales? —preguntó Nayeon.

—S-Son más geniales que yo.

—¿Y tú quieres ser como... Nosotras? —Jisoo apuntó a las demás.

Jennie solía vestir con suéteres un poco más grandes que ella, chaquetas de mezclilla y camisas con botones blancas igual de grandes. Al criterio de algunos, Jennie tenía un aura pacífica, tierna y demasiado inocente como para ser alguien a quien temer.

Pero según decía Roseanne, ella quería una chica alejada de ello, que fuese cero cursi y un poco más genial. Eso haría.

—Vestirme de manera más cool. Dejar de ser una cursi nerd y perdedora para que la chica que me gusta deje de tratarme como alguien insoportable.

—Pero tú no puedes cambiar eso —Jisoo palmeó su cabeza suavemente— Eres única tal y como te muestras, Jen. No puedes cambiar por una chica.

—E-Es que... —suspiró un poco inquieta— Yo de verdad quiero dejar de agobiarla con mi cursilería, y siento que si soy un poco más genial podré hacerlo.

El grupo soltó una risa al compás, algo que hizo a Jennie encogerse en su propio sitio nerviosa. Un poco intimidada por esas chicas tan geniales, Jennie rascó su frente.

—¿Te parece cambiar tu vestimenta? —sugirió Lisa.

Jennie miró sus ropas.

Aquel suéter color azul oscuro, que en sí era mucho más grande que ella, con unos pantalones negros y unas zapatillas converse negras, al criterio de Jen eran su estilo más personal. ¿En serio debía de cambiarlo?

—Uhh... ¿Qué tengo que cambiar?

—Quítate esto —Nayeon ayudó a que Jennie se quitase el suéter, de tal manera que quedase solo con una camisa blanca de mangas ciertas— Con ese suéter pareces una nerd y según dices, a tu crush no le gustan así, ¿verdad?

—Sí, supongo.

—Quítate esto —Lisa sacó los lentes de Jennie, los cuales utilizaba cada que leía o entraba a clase— Te verás mejor así.

—P-Pero los necesito...

—Puedes comprar lentes de contacto, luego te los colocas otra vez —la de cabello castaño asintió sutilmente.

—Hazte una cola en el cabello, no demasiado apretada y que algunos mechones de tu cabello caigan por tu rostro, pero no demasiados —Jennie tomó la coleta negra que Irene le estiró.

Trató de hacer su mejor intento con amarrar su cabello como le dijeron y a pesar que le costó un poco, la mirada satisfecha de las otras le dio como un logro interno.

—¿Qué hago con esto? —levantó su suéter.

—Amárralo en la cintura —sugirió Nayeon.

Jen solo obedeció.

—¿Y qué vas a hacer? Dejar de ser cursi —por último, Jisoo entró en su cambio.

La chica que había atrapado a Roseanne y quien, de cierta manera, era su competencia.

—Puedes ser sexy, también indiferente y cortante. Muéstrate difícil de capturar tu atención, que no logren sacar tu lado lindo porque así cagas el plan. Simplemente se... Lo contrario a lo que siempre eres.

¿Lo contrario? De acuerdo, Jennie podía hacerlo.

Nerviosa se alejó del grupo para entrar al salón, captó la atención de algunas con el cierto cambio que tuvo y trató de verse lo más seria posible.

Sin sus mejillas sonrojadas, una mirada profunda y un semblante neutral.

Ahí se sentó frente a Roseanne, dejándola boquiabierta.

—¿Qué mierda te hiciste? —le preguntó.

—¿Un cambio?

Roseanne tragó en seco.

—Hazme un hijo —pidió la rubia.

Jennie se sonrojó y lo vio muy exagerado, volviendo a verse adorable y linda frente a Roseanne.

—¡Roseanne-ah!

—Por favor házmelo, Jennie.

𝑪𝒖𝒓𝒔𝒊 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora