La Esposa Del Sultán | Siglo Magnífico [Editando]

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 13

"Infiel"

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El día paso rápido, Reyhan estaba muy triste, su querido amor, Süleyman rompió su promesa, de no serle infiel.

— Sultana, por favor, salgamos al jardín, necesita aire fresco — Neylan trataba de convencerme de salir pero yo me rehusó totalmente. — Sus hijos preguntan por usted.

— No quiero salir, ¿para que? — mire a Neylan con lágrimas en mis ojos

— Mi Sultana, por favor, tiene que salir, vamos a comer en el jardín privado, no dejaremos que nadie la molesta y arruine a su ánimo — suspiré, Fátma tenía razón

— Bien, prepara mi abrigo, Neylan, por favor.

Reyhan y sus dos criadas salieron de sus aposentos y caminaron en dirección al jardín privado.

En el camino, se encontró con Ibrahim Paşa.

— Sultana — hace una reverencia

— ¿Cómo va con la señorita Damla? — pregunté

— Todo va de acuerdo a lo que usted quiere — dice sonriendo

— Que bien — sonreí

— Sultana, espero no haya olvidado nuestro acuerdo.

— Por supuesto que no Paşa, cuando Damla ya no esté aquí, cumpliré con mi parte

— Con su permiso — Ibrahim hace una reverencia y se va

Reyhan llega al jardín, dónde ordeno a Neylan que trajera la comida para ella y para sus hijos.

— Fátma, trae a mis hijos — ordeno

— Cómo usted desee — Fátma hace una reverencia y se va del jardín

Reyhan siempre mantuvo sonriente para que sus hijos no se preocuparan.

— Querida madre — Ahmed se acerca a Reyhan y besa su mano para posteriormente ponerla en su frente 

— Hijo, ¿ya terminaste tus clases? — pregunto

— Así es madre — asintio Ahmed con su clásica sonrisa

— Siéntate conmigo — demandó poniendo mi mano en un cojín a mi lado

Rato después, llegaron los demás, Nuray era muy cercana a su madre, ella era la luz de sus ojos, era el sol de cada día de Süleyman.

Osmán era muy perseverante, muy apegado a su "madrastra" la adoraba.

Murad tenía un fuerte carácter, creía mucho en la palabra de su madre, no sería capaz de contradecirle.

Los trillizos, ya tenían más de 4 años, todo pasaba muy rápido para Reyhan, Mehmed ya tenía 2 años recién cumplidos, Mihrimah era una hermosa bebé de un año.

Para Reyhan, sus hijos eran su lugar seguro.

Todos comieron, jugaron y fueron a carcajadas.

Luego, todos se fueron a sus aposentos.

Ibrahim llegó al lugar.

— Sultana, tengo que hablar con usted sobre un tema importante — hablo el Paşa

— ¿Hablar sobre que? — pregunté amable

— El barco ya está listo, la señorita Damla ya está en camino al muelle, todo va como usted quiere — sonrió el Paşa, yo asentí complacida. — Cómo puede ver, estoy cumpliendo con mi parte, espero que usted cumpla la suya.

— Por supuesto, yo siempre cumplo con mi palabra, cumpliré mi parte cuando esté segura de que Damla no volverá a este palacio.

— Confíe en mi, Sultana, todo va como usted pidió.

— Si esto falla, juro que pasaran cosas de las cuales no querrá saber.

— Juro que no le voy a fallar.

— Eso espero Paşa — suspiré. — Recuerde que estoy depositando toda mi confianza en usted — hago una leve reverencia y me vio del lugar

Lo que Ibrahim y Reyhan no sé fueron cuenta, es que había una segunda persona observando desde la lejanía.

— Mi Sultana — hace una reverencia

— ¿Que sucede Fátma? — pregunté con una sonrisa

— Su majestad quiere verla ahora en sus aposentos — informo Fátma

— Bien, iré, veré qué querrá decirme está vez — salí de mis aposentos y me encamine hacia los aposentos del Sultan

Reyhan no tuvo que caminar muy lejos, sus aposentos estaban relativamente cerca de los de Süleyman, podía ver a Süleyman desde su balcón.

— Su majestad pidió verme — les dije a los guardias

— Sultana, su majestad la espera.

Los guardias abren las puertas rápidamente, Reyhan respiro profundo y tomo entre sus manos su vestido, alzandolo un poco, para luego entrar en los aposentos.

— Mi querido Sultan — hice una reverencia, ví a Süleyman de espaldas, mirando su escritorio

— Estuve en el jardín privado — alce mi mirada nerviosa. — Ví que estabas con Ibrahim, ¿de que hablaban?

— Estaba hablando sobre la Sultana Hatice, me dijo sobre su pacífico divorcio con la Sultana Hatice — fue lo primero que se me ocurrió para responder

— Sí... — el suavizó su mirada. — Hatice me dijo que ya no sentía amor por Ibrahim, así que se divorciaron.

— Si de eso quería hablar, debo retirarme, Majestad — cuando me iba a retirar, Süleyman me detiene

— ¿Que ocurre contigo, Reyhan? ¿Que he hecho para que estés tan distante conmigo? — pregunto el luego de poner sus manos en mis mejillas

— Me dijo que me amaba, que no rompería mi corazón de nuevo, pero mirese, está con otra mujer que no soy yo — empeze a llorar

— Esas son normas del Harén Reyhan, debes entender eso

— ¿Son esas mujeres o soy yo? Elija con sabiduría — antes de que Süleyman pudiera responderme, me fui del lugar con rapidez

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𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐍𝐔𝐀𝐑𝐀...

¡𝗩𝗼𝘁𝗮!

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¡Hasta pronto!