Ropa interior nueva

1.4K 8 0
                                    

Desde el primer día de clases las cuatro chicas, mejores amigas desde siempre, temidas por las mujeres y codiciadas por los hombres, tomaban posesión de la mesa mejor situada en la cafetería de la secundaria Fernando Barquero, la más cara de la ciudad.
Cuatro asientos aguardaban acariciar sus redondos traseros, privilegio que muchos deseaban; tras sus pasos no faltaba la mirada que se confundía en el vaivén de sus caderas, en el movimiento de las ondas de su hermoso cabello o en el brillo de sus enormes ojos de color claro.
- Mía, hoy te toca ir por las ensaladas, nosotras te esperamos sentadas en la mesa - Dice Alexandra creyéndose la jefa, y Mía obedece.
Llegando al mostrador a Mía se le cae la billetera Michael Kors, y nadie se atreve a recogérsela, las mujeres por su reacción y los hombres porque desean se agache para tener una mejor vista. Conociendo el poder que tiene, la levanta y luego de un manotazo se acomoda el mechón de cabello que se le quedó en la cara, dejando a todos boquiabiertos, ella rió satisfecha.
- Cuatro ensaladas con aderezo italiano por favor, y cuatro jugos de naranja, sin azúcar - solicita amablemente, viendo a los ojos a la mujer que tomó su orden, diciéndole con los suyos "atiéndeme rápido, soy tu ama".
La encargada con paciencia la atiende maravillada por su belleza, deseando ser como ella. Al recibir su pedido, regresa a la mesa donde aguardan Alexandra, Laura y Josefina por la comida de la cual se sentirán culpables de haber ingerido por el resto de la tarde.
Sus largas piernas dan un espectáculo inigualable al combinarse con las cortas faldas y ajustados pantalones que traen puestos, a veces, la belleza es un poder que no se pide, mas si es recibido, se debe aprovechar.
Cuando comienzan a comer, e insertan las pajillas dentro de los vasos del jugo, el chisme, que es lo que más las entretiene, toma el control de su atmósfera.
- Niñas, ¿supieron que Gabriela, la prima de Fernanda estuvo involucrada en un escándalo sexual mientras vacacionaba en California con sus padres? - se mofa Laura, esperando ser ella la de la primicia.
- Mi vida, que desactualizada estás, ese chisme es viejo. Yo supe que ella envió unas fotos desnuda a su novio y el imbécil las publicó por todo lugar conocido y desconocido en internet. Me dijo Clarisa que hasta quiso suicidarse, y que el novio está preso ahora mismo porque la familia lo acusó - interrumpe Josefina creyéndose la reportera de chismes mejor pagada.
- Fíjense muy bien lo ilusa que es esa niña y muchas otras que conozco, se sacan fotos de ese tipo como si nadie se fuera a dar cuenta y después se hacen las víctimas. Yo solo les podría decir que recapaciten porque así no van a llegar a ningún lado.
- Tienes razón Mía - dice Alexandra jugando con el mechón de cabello que le cae por la frente-, si no se dan a respetar que después no se anden lamentando por nada que sus machos les hagan.
Viendo a su alrededor buscaron a quieb destrozar, hasta que se toparon con la mirada de Guillermo, quien atontado dejo caer su vaso de jugo sobre sus pantalones, las cuatro agradecieron que el líquido dejara muy poco a la imaginación sobre el gran potencial que tenía como hombre Guillermo.
Mordiéndose el labio, Alexandra declaro que este año, la ropa interior no permanecería en su lugar por mucho tiempo. Todas rieron cómplicemente y terminaron su ensalada. Cuando se levantaron de la mesa dejaron ver un poco de su ropa interior de encaje fino, y supieron que habían provocado más de alguna alteración en las hormonas de sus compañeros, dejándolos duros en partes que lo están comúnmente.

Abiertas de mente, cerradas de piernasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora