capitulo 4: paso tiempo

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-Debo terminar esto, iré al infierno ahora mismo-.

-De...ku...?-. Al abrir su ojo, solo vio a dos seres, uno más alto y metálico como un robot, el otro un hombre fornido portando una armadura verde, sujetando el casco con visera naranja y una marca en la frente.

-¡Uraraka!-. Grito el pecoso viéndo como trataba de levantarse, pero este la detuvo. -No te esfuerzes, a un debes acostumbrarte-.

-Deku, ¿donde estuviste?-. Ella eendió sus manos y toco su rostro, pero su mirada se heló al ver sus manos, eran de metal, podía sentir el movimiento frío de estas prótesis adheridas a su cuerpo.

Haiden subió la cama y ella pudo verlo mejor, ambos brazos, hasta el hombro, no eran más que una adición a su cuerpo.

Ella solo vio al pecoso en busca de respuestas, el solo suspiro, esto sería muy complicado de explicar.

#####En u.a#####

-¿Ese era midoriya?-.

-No, el no puede ser Izuku-. Más de uno negaba eso, no querían aceptar eso.

-El cambio-. Todos vieron al maestro de cursos, aisawa llego al edificio donde sus retoños hablaban sobre su antiguo compañero. -Midoriya ya no es el mismo, eso lo dijo en una reunión pasada, pero no le creímos hasta que lo vimos en acción-.

Cerro sus ojos exhaustos viniendo a él imágenes del chico que se rompió los huesos en cada entrenamiento y luego lo que era ahora mismo, una máquina de matar.

-Espero que lo entiendan-. Se fue dejándolos en silencio, todos dudaron en verdad, pero les captó la atención su maestro quien atendió su teléfono. -¿Que pasa?... eh... si, bien, iré-.

Volteo para ver a sus alumnos.

-Midoriya viene para acá, uraraka despertó y la traerá para un chequeo-. Todos se vieron entre ellos, ciertamente eso les alegro. -Si quieren ir a verla adelante, pero tenga cuidado, a un debe recordar todo lo que hicieron-.

Un nudo en la garganta se formo en varios de clase, bueno, a excepción de una chica rana.

En la enfermería de u.a...

-La prótesis está en su lugar, puedes controlar los brazos y dedos, pero... ¿no cientos dolor?-. La chica niega con su cabeza.

-No, pero es raro-. Vio sus manos de acero, sentía el mover estas, pero era muy frío en verdad.

-Dime, ¿puedes usar tu don?-.

-No probé si puedo usarlo, además...-. Una pelota golpeó su pecho y por reflejo la tomó, la soltó para ver como comenzaba a flotar ante su mirada incrédula.

El Nuevo Slayer, La Heroina Traicionada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora