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—no, minnie, a los conejos no le crecen las orejas cuando mienten —dijo hyunjin con tranquilidad, mientras terminaba de servir el desayuno de ambos.
—¡pero fe-!
—pero felix nada, y no me grites.
minho hizo un mohín.
hyunjin no pudo contener su seriedad, sonrió de ternura, apretó una de sus mejillas y beso la frente de minho, haciendo que este se ruborizara completamente de golpe.
un segundo después, minho había cambiado a su forma de gato, un adorable y peludo gatito negro, que comenzó a lavarse la cara, lamiendo su patita y luego frotandola en su frente, donde hyunjin había dejado su beso.
—ow, como si no te hubiera gustado —dijo el pelirosa, tomó al animal y lo alzó frente a él, dejando un rápido beso sobre su nariz.
el gato se agitó, liberándose de sus manos y escondiendose debajo del sillón.
hyunjin rió, su híbrido se avergonzaba rápidamente y eso lo hacía mil veces más adorable.
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