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—¿no le compras juguetes a minho? —preguntó jisung con sorpresa.
estaban descansando en la sala de juegos de los híbridos, con un lindo conejito dormido sobre el pecho de jisung, mientras hyunjin devoraba las galletas que su amigo había hecho para acompañar con el café que ya habían terminado.
—creo que debe tener alguna pelota con cascabeles o algún peluche —dijo el castaño, con una mueca pensante—. sé que en algún momento le di algún juguete, pero no sé a dónde habrá quedado... a minho no le gustan mucho.
jisung pensó un momento, acariciando las suaves orejas de jeongin.
—al principio a felix tampoco le gustaban los juguetes, le compraba de todo pero nunca los usaba, ¿sabes qué quería?
hyunjin lo miró, esperando que hablara.
—quería mí atención, así que desde entonces juego con el todos los días, intento estar con él una hora, aunque esté ocupado —dijo—, después de unos días comenzó a jugar sólo.
—¿dices que no le doy atención a mi gato?
—exactamente.
el mayor miró a su amigo con el ceño fruncido. jisung se encogió de hombros.
—no sé, intentalo, todos los híbridos son diferentes, quizás sea como dices y no le gusten los juegos.
hyunjin asintió, un poco molesto, él conocía a su gatito.
—pero siempre juegan a algo, hyunjin, no sé, prueba uno de esos lásers, son geniales —jisung sonrió por todas las imágenes graciosas de los videos de gatos jugando con ese punto rojo en la pared—. tendría uno con felix pero es muy bruto y me rompe los muebles —añadió, recordando todos sus fallos.
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