Cap1. ¿El Fin Del Infierno?

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—¡Abre la puerta maldito! —gritaba afuera de la puerta su hermanastra.

Un día antes había sido el entierro de su madre y Zhan se encontraba sumergido en llanto, llorando solo, mientras que a su hermanastra y a su padrastro parecía no importarles en absoluto su muerte.

—¡¿Oye eres sordo?! ¡Llevo gritándote por mucho tiempo, que abras la maldita puerta!

—Apenas llegaste , ¿q-qué querías? —preguntó un poco recortado Zhan.

—Bueno, eso, necesito que prepares mi desayuno, ¿qué? ¿Tú no irás a clases hoy?

—Jingyi... ¿No crees que es inapropiado que vayas a clases un día después del entierro de mi madre? De todos modos... ella era tu madrastra y pueden pensar mal si te ven llegar un día después de su entierro.

—No me importa, que piensen lo que quieran. Rápido baja y hazme el desayuno, si no quieres que te acuse con papá.

¿Por qué su vida era tan horrible?

Era como el mismo infierno, su hermanastra y su padrastro le hacían pasar vergüenzas en la universidad, siempre se sentían más que él, lo trataban peor que a un perro o un esclavo. Nunca le contó a su madre ya que cuando estos lo empezaron a tratar con golpes su madre ya estaba gravemente enferma...

Aunque, no era como si le importase, para ella siempre habían sido primero los hombres que su propio hijo.

Zhan no dijo nada más y bajó a hacer el desayuno para esos dos.

Pero en cuanto les sirvió la comida, el padrastro se quejó.

—¿Dónde están mis cervezas? Te he dicho que siempre me tienes que traer una cuando me sirvas la comida.

—Usted se las acabó ayer, no dejó ninguna... —contestó un poco nervioso Zhan.

— ¡¿Qué dijiste?! —el padrastro gritó enfadado.

No le gustaba que su alcohol se acabara, cuando bien sabía que él era quien bebía de más y no dejaba nada, y para calmar su enojo, lo que hizo fue golpear a Zhan, siempre lo hacía cuando algo no salía como él quería. 

Era algo que de alguna manera lo calmaba.

Jingyi no hizo nada para detenerlo, al contrario solo sonrió maliciosamente.

Era algo normal que por cierto disfrutaba.

—Te digo mocoso, hoy mismo te buscas otro trabajo, ¡no planeo seguir pagando los estudios!

—Pero... usted nunca me ha pagado la universidad, por eso yo trabajo, por favor no me pida que deje de estudiar, solo me faltan dos años para ser abogado, sería un desperdicio todo mi esfuerzo estos años. —Sollozó Zhan.

—¡No me importa cuánto te quede! ¡Debes aportar más a esta casa, o si no busca donde vivir!

Esa fue la gota que derramó el vaso, ahora sus ganas de vivir lo habían abandonado. Su única razón de seguir adelante era convertirse en abogado y por fin salir de ese infierno. Pero ahora todo se había ido a la basura.

Zhan tenía un gran potencial, era el mejor de su clase mientras que su hermanastra siempre creaba problemas, en verdad no sabía por qué iba a estudiar, nunca se había esforzado en nada.











El día fue largo, Zhan empezó a buscar otro trabajo nocturno, pero parecía que no había ninguno disponible.

Llegó la noche y no tuvo éxito.

Cuando pasaba por una cantina el olor a alcohol lo hizo marearse, no había descansado, estaba muy débil tras caminar tantas horas sin siquiera haber comido algo.

El Omega Del Diablo •Original (Editado) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora